En este mundo nuestro de violencias y barbaries, donde cada día amanece con una nueva, más espeluznante aún, si cabe, que se va sumando a las anteriores, es necesario levantar la voz para decir: ¡BASTA!
Y no es cierto que todas las violencias sean iguales. De todas las violencias, una de las más viles, más abominables, es la violación sexual, sobre todo cundo son niñas las violadas. La violación de niñas es la violencia elevada a su máximo nivel, pues además del horror que les supone la agresión, las lleva en muchos casos a la muerte, ya sea por lesiones, por suicidio o porque quedan muertas de por vida.
La violación de mujeres y niñas ha sido utilizada como arma de guerra desde tiempos inmemoriales y todavía lo sigue siendo. Pero no solo en las guerras, sino también en tiempos de paz mujeres y niñas son vejadas, traficadas, violadas, prostituidas de manera individual y colectiva. Para muestra sirvan las siguientes noticias:
9 abr. 2015 – Soldados de EEUU graban y venden videos de 53 niñas violadas en Colombia. Soldados y contratistas agredieron sexualmente a las niñas.
5 mayo 2015- lavozdelmuro.net/214-mujeres-y-niñas-embarazadas-y-
7-000-violadas-por el grupo terrorista Boko Haram.
– Además, 214 de estas mujeres no sólo fueron violadas, sino que la organización terrorista no ha parado de reclutar a mujeres y niñas como esclavas sexuales.
Paraguay: en 2014 según las autoridades 684 niñas entre 10 y 14 años quedaron embarazadas a consecuencia de violaciones. ¡Y la ley que dice defender la vida no les permite abortar!
¿Hay o no hay motivos para decir BASTA? Sin duda, pero no es suficiente con que lo digamos quienes no tenemos más que la palabra para protestar. Deben decirlo los gobiernos, los organismos internacionales como la ONU y otros, que sí tienen poder de decisión para poner fin a la barbarie. De lo contrario, los Derechos Humanos de la mitad de la humanidad, las mujeres y las niñas, continuarán siendo violados impunemente por parte de la otra mitad.
R. Sanjuán Villena