El presidente de la entidad, Andrés Molina, se mostraba muy satisfecho con este extremo máxime cuando todavía no hemos publicitado este espacio. Molina también ha querido dejar claro que el beneficio obtenido de esta gestión no será para una sola persona sino para todo el colectivo.
La Asociación de Minusválidos Físicos Intercomarcal (AMFI) ha impulsado notablemente la gestión del parking de la Gran Avenida después de que el colectivo adquiriera este espacio a finales de junio por un valor superior a los dos millones de euros.
De hecho, en apenas dos meses de rodaje y teniendo en cuenta que nos encontramos en la época estival, la gestión de AMFI ha logrado obtener 170 nuevos usuarios y vender 37 plazas de aparcamiento a un precio que oscila entre los 6.000 y los 9.000 euros.
El presidente de la entidad, Andrés Molina, se mostraba muy satisfecho con este extremo máxime cuando todavía no hemos publicitado este espacio. Molina también ha querido dejar claro que el beneficio obtenido de esta gestión no será para una sola persona sino para todo el colectivo.
Molina también destacaba la buena labor de los seis trabajadores que actualmente hay en las instalaciones, subrayando que se hizo una limpieza a fondo de la parte baja del parking que se encontraba un poco abandonada.
Cabe recordar que el parking se divide en dos plantas, la primera de ellas cuenta con 395 plazas de aparcamiento frente a las 364 disponibles en la parte inferior, que hacen un total de 759 plazas.
En este sentido, AMFI decidió que la planta superior siguiera siendo de alquiler mientras que, en la inferior, las plazas se pusieron a la venta. Según Molina, estos precios se mantendrán hasta el pago del préstamo aunque luego subirán.
Por otro lado el presidente de la entidad, solicitará una reunión con el alcalde, Rubén Alfaro, para abordar la gestión del parking del Mercado Central. El objetivo tal y como indicaba Molina será ver la posible modificación del pliego de condiciones al asegurar que actualmente no es rentable y el coste anual que supone su mantenimiento y que alcanza los 24.000 euros es insostenible, de forma textual.
Por otra parte, AMFI lucha por la construcción de un centro de investigación y fabricación de instrumentos para discapacitados que distribuirán a nivel nacional. De conseguir sacarlo adelante, este espacio eldense se convertiría en un referente para todo el país. Los productos se pondrían a la venta a un precio asequible con el objetivo de no sangrar el bolsillo de este colectivo en palabras del presidente de la entidad, Andrés Molina.
La Asociación de Minusválidos Físicos Intercomarcal (AMFI) se encuentra trabajando en una iniciativa muy ambiciosa que supondría la construcción de un centro de investigación y fabricación de instrumentos para discapacitados que se distribuirán a nivel nacional a un precio prácticamente de coste.
Este objetivo se engloba en un proyecto de reconstrucción de la sede de este colectivo, ubicada en la Avenida de Chapí, que dotaría al espacio, de unos mil metros cuadrados, de aparcamiento y piscina en el sótano, de un centro de día en la primera planta y del mencionado centro de investigación en la planta superior.
Para ello, y según el presidente de AMFI, Andrés Molina, es necesario mantener una reunión con los redactores del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para que los terrenos puedan autorizarse para recepcionar esta obra de gran magnitud.
La propia asociación ha contado con la ayuda del arquitecto , José Tomas Felipe, para la realización de los planos. El objetivo, según Molina, sería arrancar el proyecto durante el próximo año.
Este centro de investigación contaría con diversos ingenieros que abordarían la investigación de todos los instrumentos necesarios para la vida cotidiana de las personas discapacitadas tales como sillas, coches adaptados, gomas o muletas, entre otros muchos. Todo ello trabajando directamente con el colectivo y adaptando los diseños a las necesidades demandadas por ellos.
Una vez concluida la investigación, se procedería a su fabricación, que podría llevarse a cabo en el polígono industrial Campo Alto, y posteriormente se procedería a su venta con la finalidad de abaratar los costes de estos productos que tienen un precio excesivo en el mercado ya que los comerciantes saben que para un discapacitado es algo necesario y obligatorio.
Tal y como indicaba Molina, si la iniciativa se transforma en una realidad, Elda se convertiría en un referente a nivel nacional, asegurando que no conozco ninguna sede de discapacitados en todo el país en la que se fabriquen sus propios instrumentos de movilidad, de forma textual.