Miguel Ángel Sanchíz Díaz, hijo de Miguel y Dora, tiene 28 años y es natural de Villena. Creció en el seno de una familia cristiana y es el cuarto de siete hermanos, lo que le llevó a vivir una infancia «muy buena y feliz, pero en constante rebeldía».
Realizó sus estudios en el colegio salesiano María Auxiliadora de su ciudad natal, donde reconoce haber aprendido a tener una relación con la Virgen María, en quien se apoyaba algunas veces gracias a las oraciones que se realizaban cada día antes de comenzar las clases. En el núcleo familiar recibió la fe desde pequeño de mano de sus padres a quienes siempre les demandaba atención: «No me daba cuenta del amor que me tenían; mis padres siempre me han querido de verdad, es decir, nunca me han dado por perdido y siempre me han corregido gracias a la experiencia que tienen de Dios en sus vidas».