Por fin llegó el tren. Y nuestras estaciones se llenaron, por un día, de una gran comitiva de dirigentes estatales, autonómicos y locales, bueno, faltaban algunos representantes políticos que estaban manifestándose junto a los ciudadanos en la estación de destino, pero son insignificantes, ya se sabe la izquierda radical y los antisistema.
Al frente del cónclave, un príncipe representando a una monarquía, hoy más que nunca, bajo sospecha; a su lado el jefe de la mayor banda de políticos imputados por corrupción en una sola autonomía y acompañando, haciendo de palmeros, los alcaldes y alcaldesas de nuestra comarca, aplaudiendo el feliz acontecimiento que nos deparará un venturoso futuro. ¿A qué aplaudían? Ah sí. Aplauden a un tren súper veloz que para ganar una escasa hora de tiempo en ir desde Alicante a Madrid, va a dejar sin el transporte público que hasta el momento existía, a comarcas enteras de la provincia. Poblaciones como Elda, Petrer, Villena y todos los pueblos de nuestro entorno asisten impávidos a la eliminación de los trenes que durante 155 años han parado en nuestra estación con dirección Madrid o Alicante. Viva el progreso (creo que aclamaban todos).
Nos quieren vender el espejismo de que vamos a tardar una hora menos en llegar a la capital del reino, pero no cuentan que vamos a perder más de una hora si lo cogemos en Alicante u otro tanto si nos desplazamos a la nueva estación de Villena, eso si no nos perdemos por el camino rural hasta llegar a ella.
Desde Izquierda Unida y Esquerra Unida, hemos manifestado desde el principio, cuando se anunció el proyecto del AVE, que no es nuestro modelo de ferrocarril. El AVE es un tren para ricos, para unos pocos, pagado con el dinero de todos. La necesidad de amortizar la fuerte inversión hace que los precios sean prohibitivos, lo que hace de este transporte un medio inaccesible para la mayoría de la población y además elimina otros trenes alternativos, expulsando a sus tradicionales usuarios a la carretera.
Vamos a presumir de ser el país del mundo que más líneas de alta velocidad tiene y en el que sus tres cuartas partes del territorio se han quedado sin transporte por ferrocarril, agudizando su aislamiento económico y social. Tenemos ave y sin embargo desde nuestra comarca no nos podemos trasladar a cualquier punto del interior del País Valencià a través de medios de transporte públicos ni tampoco privados.
Ahora se alzan voces escandalizadas porque nos quitan las otras alternativas y ven peligrar el futuro de nuestras estaciones. ¿Acaso no sabían, que con la llegada del AVE, eliminarían las demás opciones? Desde la lógica economicista, mejor dicho capitalista, la única manera de hacer rentable el nuevo tren es obligando a todo el mundo a tener que utilizarlo, eliminando previamente lo que ya existía. Eso sí, cuando desde otras fuerza políticas, nos mostramos en desacuerdo con este tipo de proyectos, se nos acusa de estar contra el progreso.
Tengo que reconocer, que todo guarda una coherencia. Somos los más rápidos en viajar en tren, porque somos los más veloces en destruir empleo, en acabar con la sanidad y la educación pública, en precarizar el trabajo y los salarios, en desmantelar el sistema de pensiones, en promover una justicia solo para ricos y en lograr una policía rápida y eficaz que persiga a los que discrepan en la calle.
Salud y buen viaje (aunque sea a ninguna parte)
Firmado: Pascual Martínez Mansilla (Coordinador comarcal Esquerra Unida Alt Vinalopó)