Hoy 7 de Octubre los trabajadores de todo el mundo estamos convocados por la Confederación Sindical Internacional (S.I.C.) a una jornada reivindicativa por el trabajo digno. Es la primera vez en la Historia en la que se produce un llamamiento en todo el planeta con un objetivo común: empleo de calidad, con derechos, con protección básica y derechos sindicales.
En España esta jornada por el trabajo decente quiere centrarse, por un lado en los elementos más negativos: precariedad, siniestralidad y trabajo sumergido. Por otro lado, el rechazo a la Directiva europea de las 65 horas que está pendiente de debate en el Parlamento europeo.
La temporalidad, una de las causas más importantes de la precariedad, en España es la más alta de la Unión Europea (el 30% frente al 11,60%), también estamos a la cabeza de la siniestralidad laboral (tres trabajadores mueren al día) y la economía sumergida es otra de las lacras que sufre la clase trabajadora al privarla de prestaciones y cobertura social.
El pasado 10 de julio el Consejo de Ministros de Trabajo de la Unión Europea aprobó modificar la actual jornada laboral, esta modificación permite la ampliación de 48 a 65 horas semanales. Se estipula, además, que será el trabajador individualmente quien de su consentimiento al aumento de la jornada, desligándola de la negociación colectiva.
La Confederación Sindical Internacional que agrupa a organizaciones de 155 países, acordó realizar una acción conjunta en torno a la defensa de los derechos de los trabajadores, por la erradicación de la pobreza y las desigualdades en todo el mundo.
La globalización capitalista ha sumido a regiones y pueblos enteros en la pobreza y la explotación, y es por lo que esta jornada debe servir para sensibilizar, debatir, organizar y movilizar a la ciudadanía en contra de esta dramática situación, abriendo el camino hacia otro modelo económico y social que ponga en el centro de sus políticas el bienestar del ser humano.
Ahora, en un contexto de crisis económica, los defensores del libre mercado piden que paguen los ciudadanos los desmanes del capitalismo, es decir, socializar las pérdidas que no los beneficios.
La ampliación de la jornada laboral atenta contra el reparto del empleo en una Europa que dice, falsamente, caminar hacia el pleno empleo. Atenta contra el reparto de la riqueza cuando, falsamente, nos hablan de la Europa del bienestar y de la justicia social. Atenta contra la conciliación de la vida laboral y la familiar en pleno discurso europeo por la igualdad. Y atenta contra la salud y la calidad de vida de los trabajadores.
Este día 7 de Octubre debe ser el principio de un proceso de acumulación de fuerzas de izquierda que organicen la resistencia ante las tentaciones patronales y de grandes grupos financieros por hacer pagar la crisis a la clase trabajadora.
IZQUIERDA UNIDA DE ELDA