Caja Mediterráneo ha aumentado en lo va de año 2008 alrededor de un 45% la cantidad económica aportada para la concesión de nuevos microcréditos con respecto a 2007. Así, la cifra hasta finales de noviembre ha alcanzado 1.448.000 euros, frente a 1.059.000 del pasado año. Este presupuesto ha sido destinado a llevar a cabo los 71 proyectos aprobados en estos 11 meses, frente a los 51 de 2007. Del mismo modo, cabe citar que se ha conseguido reducir un 60% la cantidad de solicitudes denegadas por parte de los beneficiarios, un dato que consolida esta herramienta de crédito como una alternativa para nuevos emprendedores.
Por otra parte, el informe incide en que el 82% los microcréditos que se han tramitado directamente por Caja Mediterráneo se ha destinado al colectivo inmigrante, principalmente para la creación de pequeños negocios relacionados con la restauración y el sector servicios.
La procedencia de la gran mayoría correspondió a solicitantes procedentes de países sudamericanos (Ecuador, Argentina, El Salvador, Colombia, Perú o Venezuela), pero también de Rumanía, Portugual, Senegal, Ucrania, Lituania, Marruecos o Pakistán.
Otro elemento de relevancia hace hincapié en que son las mujeres las que mayoritariamente han conseguido que se les haya aprobado su petición de microcrédito (63%), frente al 37% de hombres.
Mira ha destacado que “el colectivo extranjero, sobre todo el latinoamericano, tiene mucha vocación empresarial y es muy emprendedor”.
“Los inmigrantes provenientes de sudamérica vienen a España y buscan trabajos asalariados, pero también tienen una vocación y un pensamiento empresarial para establecer su propio negocio”, ha indicado el portavoz de Acción Social de CAM.
Aunque el colectivo inmigrante es el principal receptor de los microcréditos de CAM, el fin del programa de concesión de esos préstamos es, según Mira, la “integración social y financiera de todos los grupos con riesgo de exclusión, como mujeres, jóvenes, dependientes y parados de larga duración”.
Ha explicado que esta herramienta financiera se tramita a través de Entidades Sociales de Apoyo al Microcrédito (ESAM), como ONG o agencias de desarrollo local, que asesoran al emprendedor en la elaboración de su proyecto hasta su establecimiento y consolidación.