En relación con las noticias aparecidas en prensa sobre la quema en China de zapatos europeos, la Federación del Calzado quiere, en primer lugar, darle a estos hechos su justa medida quitándole dramatismo por entender que es una actuación aislada, de dimensión reducida, localizada en una zona muy concreta en un país de enormes dimensiones, pero al que estamos dando respuesta en la medida en que se ven afectadas algunas de nuestras marcas.
Se trata de unos hechos que deben incardinarse en el marco de una disputa comercial, como represalia frente a unas medidas adoptadas por la UE y como forma de deteriorar la imagen del producto europeo en aquello que constituye su mayor ventaja competitiva, el valor añadido de la calidad, la innovación, el diseño y la marca, a través de una actuación llamativa respaldada por las autoridades chinas de una determinada área geográfica.
En este sentido, en ningún caso deben establecerse paralelismos con los sucesos de Elche que supusieron presuntamente un ataque a la propiedad privada y que se encuentran sometidos a la actuación de los tribunales.
Al afectar a productos de varios países, estos hechos serán objeto de tratamiento en la próxima reunión del Comité Ejecutivo de la Confederación Europea del Calzado del día 11 de enero, independientemente de los contactos que FICE establezca al respecto con las autoridades chinas tanto en ese país como en España, con quienes mantiene una fluida relación, así como los responsables del Ministerio de Industria y Comercio competentes en esta materia.
Al tratarse de hechos que afectan a la imagen de unas determinadas marcas, produciéndoles un claro daño, estas empresas recibirán el apoyo de Fice para cualquier acción que en defensa de sus derechos y en reparación del daño producido quisieran entablar.