Dentro de los actos del centenario de su nacimiento, uno de los actos programados era del traslado de sus restos, en su día Soler dijo, yo siempre quiero estar con mi hermana, nunca quiero que nos dejen solos. Esta era una de las frases que repitió en numerosas ocasiones.
Su hermana Consuelo, era para él como su madre, mujer y amiga, pero sobre todo hermana.
La petición formulado por un familiar del Ilustre, fue aceptada por el Ayuntamiento.
Destacó Calvo Soler, familiar del arqueólogo que era uno de los deseos que se tenían que cumplir con motivo del traslado de sus restos, estar con su querida hermana Consuelo. Deposité una carta en el féretro para dar testimonio del mismo.
A pesar de toda la publicidad emitida hay que lamentar el escaso público que asistió para acompañar a José María Soler y su hermana. Lo cierto que fue emotivo el acto. Palabras de la primera autoridad local, familiar y Lluis.