Esta iniciativa, parte con el objetivo de ofrecer recomendaciones a los cuidadores para lo que se han editado 1.000 ejemplares, que se distribuirán en las 80 asociaciones de la UDP
LA DIPUTACIÓN INVIERTE 12.000 EUROS EN LA EDICIÓN DE LA PRIMERA GUÍA PARA CUIDADORES DE MAYORES DEPENDIENTES QUE ELABORA LA UNIÓN DEMOCRÁTICA DE PENSIONISTAS
La Diputación Provincial ha colaborado con la Unión Democrática de Pensionistas de Alicante en la edición de un total de 1.000 ejemplares de la primera guía para cuidadores de mayores dependientes. El presupuesto de esta nueva iniciativa, que ha sigo sufragado íntegramente por la institución Provincial, asciende a 12.000 euros y parte con el propósito de ofrecer recomendaciones para los cuidadores de mayores dependientes. Este manual se repartirá en las ochenta asociaciones de la UDP de Alicante.
La diputada del Hogar Provincial, María Asunción Prieto, y la presidenta de la Federación de la Unión Democrática de Pensionistas de Alicante, María Luisa Gimeno, han presentado esta mañana la guía destinada a mejorar la calidad de vida de las personas mayores. Este manual consta de cuatro capítulos breves dedicados a los cuidadores y a los mayores dependientes.
María Asunción Prieto ha manifestado que los consejos que en esta guía se dan es en primer lugar, detectar cuándo tenemos un mayor dependiente en nuestra familia; después, cuál es el papel del cuidador y qué necesidades requiere ese cuidador; y luego, el capítulo cuarto, que es el cuidado de los mayores dependientes, abarca cuestiones básicas como la movilidad y la higiene.
El primer capítulo titulado Mayor dependiente explica que los factores causantes de esta dependencia tienen que ver con la pérdida de su desarrollo cognitivo, psicológico o físico, y manifiesta la necesidad de que su entorno más próximo les ayude a realizar las tareas cotidianas.
En El cuidador, segundo apartado de esta guía, se expone quiénes son normalmente las personas que atienden a los mayores dependientes y cuáles son las consecuencias de cuidar a un familiar. Indica que en la mayor parte de los casos es la familia quien asume el cuidado directo y atención de la persona mayor dependiente.
Por otro lado, señala que cuidar a un familiar implica reorganizar la vida familiar, laboral y social en función de las tareas que implique el cuidado. Establece que estas circunstancias influirán de una forma distinta dependiendo de las características, problemas o enfermedades que padece la persona que recibe los cuidados.
El tercer capítulo, El autocuidado de los cuidadores, advierte que atender a otra persona puede conllevar un exceso de trabajo y un riesgo de desatender sus propias necesidades. Por tanto, se concluye que es necesario que el cuidador vele por su propia salud y bienestar y que pida ayuda cuando padezca agotamiento.
En el último capítulo, El cuidado de los mayores dependientes, se enumeran aspectos que deben ser vigilados: higiene personal, deambulación, alimentación, problemas de sueño y de comportamiento.
Alicante, 17 de mayo de 2006