Pasadas las ocho y media de la tarde, se inició la manifestación silenciosa en recuerdo
del joven fallecido junto a las vías del ferrocarril. Familiares, compañeros, amigos, asociaciones, ciudadanía en general y representantes políticos se sumaron.
Ni lemas ni pancartas. Un silencio sepulcral era quien marcaba el recuerdo de Luis Navarro. La cabeza de la manifestación la ocuparon los compañeros del colegio Salesianos, seguida de sus familiares y demás participantes.
Uno de los momentos emotivos, fue cuando la multitud se paró delante del colegio donde cursaba sus estudios. En ese lugar se le rindió homenaje, mirad en la fachada está María Auxiliadora, el día 24 mañana- celebra su festividad, seguro que lo tiene en un lugar privilegiado, nos dijo un compañero con mirada emocionada.
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En el transcurso de la manifestación, se habló mucho de las vías del ferrocarril. Pedidos, suplicamos y rogamos a las autoridades competentes de que una vez por todas se dé una solución. Como decía el comunicado de los padres del joven. Ni las vías tienen que estar en ese lugar, ni él tampoco tendría que haber esta ahí. Soluciones pero ya aseveró una madre de familia.
Los primeros cálculos indican que entre 1.800 y 2.000 personas asistieron. Podría haber sido muchas más, sabiendo que es un tema que afecta a todos. Ahora falta una solución, no palabras que se las lleva el viento.