Una crisis en el gobierno municipal no tendría mayor importancia si este gobierno gozara de estabilidad y además no fuera una reiteración.
Dos crisis en tres años es demasiado para que la gestión de una institución pueda tener continuidad en la consecución de objetivos y agilidad en la resolución de problemas.
Primero una ruptura del pacto subscrito entre P.P. y ADIi que provocó una inestabilidad acompañada de una prepotencia inusual en una situación de minoría como en la quedó el P.P., salvada únicamente por la actitud responsable del resto de grupos de la oposición.
Ahora una nueva crisis (¿resuelta en falso?) con una redistribución de competencias que lo único que hace es vaciar de contenido concejalías, además de reconocer implícitamente lo que hasta ahora no se había querido reconocer, es decir, que seguramente algún concejal es moralmente y legalmente incompatible entre sus responsabilidades públicas y sus negocios privados. Además, a la vez que a varias concejalías se le quitan competencias, se sobresatura a un área que goza de popularidad pero que tira de presupuesto de manera desmedida. Pero esto no es extraño, ya que, a este equipo de gobierno parece que no le preocupa mucho el despilfarro y el exceso de endeudamiento.
Esta legislatura va a pasar a la historia por la inestabilidad y la ineficacia en la gestión. Esa gestión necesaria para conseguir proyectos estables con proyección de futuro y para mejorar la calidad de los servicios públicos que reciben los ciudadanos.
Seguramente haya llegado el momento, por la misma responsabilidad a la que aludía antes, pedir explicaciones a los responsables de la crisis y apelar a los demás grupos políticos a tomar en consideración esta situación, así como, analizar las posibles medidas a tomar para darle estabilidad a los meses que quedan de legislatura .
Esta nueva crisis es una muestra clara de que el PP no funciona para desgracia de los intereses de los ibenses.
GRUPO MUNICIPAL SOCIALISTA DE IBI