Los Reyes presidieron hoy en la Catedral de Valencia el funeral por las víctimas del accidente del metro, ocurrido ayer, en que perdieron la vida 41 personas, y a cuyos familiares Don Juan Carlos y Doña Sofía consolaron personalmente,
Más de mil personas asistieron dentro del templo a la ceremonia religiosa, mientras que en los alrededores de la catedral otros cientos siguieron a través de pantallas gigantes la misa, oficiada por el Arzobispo de Valencia, Agustín García Gasco.
El arzobispo dijo a los familiares de las víctimas, que ocupaban la nave central del templo, que cuenten con el “apoyo y amor” de familias “de todo el mundo” y les transmitió la cercanía del Papa que les “recuerda y reza” por ellos.
Durante la homilía, el arzobispo de Valencia pidió a los familiares que no se queden “solos en su dolor” y que “abran sus corazones” a todos aquellos que quieren ayudarles, ya que “el futuro de felicidad no es un sueño”.
Reconoció que en estos momentos “los sentimientos son tan intensos que las palabras parecen insuficientes para difundir un mensaje de esperanza”, si bien “reconocer el sufrimiento” es reconocer la “capacidad de amor”.
El arzobispo de Valencia se preguntó “cómo pudo Dios tolerar este excesos de destrucción”, y admitió que “humanamente, lo único que se puede decir es que la vida es frágil”; así como que la muerte es un “misterio” ante el cual “sucumbe la razón”.
Don Juan Carlos y doña Sofía se situaron a la izquierda del altar mayor y detrás de ellos en una línea de bancos estaban el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y su esposa, Sonsoles Espinosa, los presidentes del Congreso, Manuel Marín, y de la Generalitat, Francisco Camps, y la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá.
Asistieron también al funeral los ministros de Economía, Pedro Solbes, y de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, y los presidentes del Tribunal Constitucional, María Emilia Casas, y del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo, Francisco José Hernando.
El secretario general del PP, Mariano Rajoy, el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, y el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, siguieron también el acto religioso al que también han acudido delegaciones de varias comunidades autónomas y ayuntamientos.
Los dos ex presidentes de la Generalitat: el portavoz del PSOE en el Senado, Joan Lerma, y el portavoz del PP en el Congreso, Eduardo Zaplana, estuvieron también al funeral.
El fraile servita Emilio Cruz, capellán del hospital Doctor Pesset Aleixandre y que sobrevivió ayer al accidente, participó en el funeral en el que el arzobispo fue asistido por seis obispos.
Al finalizar el oficio religioso, el Rey y la Reina, se dirigieron a la nave central del templo, donde los familiares de las víctimas, muchos de ellos llorando y con gestos de sufrimiento, recibieron palabras de cariño y gestos de afecto de los Reyes, que fueron despedidos con aplausos, al igual que a su llegada.
Don Juan Carlos y Doña Sofía siguieron las honras fúnebres en el lateral del Evangelio a los pies del altar, en cuyas grandes columnas de entrada estaban las fotos de Benedicto XVI y Juan Pablo II, ante la cercanía de la visita del Papa que llegará a Valencia el próximo sábado.
La ceremonia comenzó a las siete en punto, después de que los Reyes, que llegaron al templo cinco minutos antes, fueran recibidos por las autoridades eclesiásticas y civiles.
Antes de abandonar la catedral, casi hora y media después, el Rey y la Reina se detuvieron a saludar al Gobierno y al resto de autoridades, momento que aprovecharon para pedir al presidente Camps y a la alcaldesa Barberá, que transmitan sus más cariñosos saludos y su deseo de una pronta recuperación a los heridos, que se encuentran repartidos en distintos hospitales.
Agencias