Con la llegada del verano, y con el incremento de las temperaturas y la mayor exposición al calor y al sol, pueden aumentar los riesgos para la salud si no se adoptan unas mínimas normas de prevención. Por ello, el Ministerio de Sanidad y Consumo activa, el Plan de Prevención, cuyo objetivo es prevenir y reducir los efectos negativos que el calor excesivo tiene sobre la salud, especialmente entre los colectivos más vulnerables.
Desde este Ministerio se dan una serie de recomendaciones dirigidas a la población en general para evitar los problemas que pueden ocasionarse ante una prolongada exposición al sol, la mala conservación de los alimentos durante estos meses, los riesgos de lesiones medulares asociados a las zambullidas en aguas de baño o, en general, las complicaciones que pueden originarse por las altas temperaturas.
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La Cruz Roja tiene en funcionamiento el teléfono 900 22 22 99 de atención gratuita las 24 de horas del día. En él se ofrece un servicio de consulta a los ciudadanos y, además, en caso necesario, generará visitas domiciliarias a las personas que se considere en situación de riesgo.
Para minimizar los efectos negativos del calor excesivo el Ministerio de Sanidad y Consumo insiste en la necesidad de seguir los siguientes consejos útiles y recomendaciones:
Recomendaciones para protegerse de las altas temperaturas:
Durante los días de mucho calor, refrésquese cada vez que lo necesite
Beba agua abundantemente y haga que niños y ancianos también lo hagan
Protéjase de la exposición directa al sol
Evite la realización de esfuerzos físicos en las horas de más calor
Permanezca el mayor tiempo posible en lugares frescos, a la sombra o climatizados.
Use ropa clara, ligera y que deje transpirar Tenga en cuenta que las altas temperaturas afectan especialmente a niños, mayores y enfermos crónicos, consulte a su médico. Mantenga sus medicinas en lugar fresco, el calor puede alterar su composición y su efecto.
Recomendaciones para protegerse de los rayos solares: Es durante el verano cuando dedicamos gran parte del tiempo libre a actividades que suponen un mayor contacto de nuestra piel con los rayos solares, la adecuada protección es fundamental para evitar daños sobre la salud, más aún cuando los efectos negativos de la exposición prolongada al son acumulativos.
Los consejos que desde el Ministerio de Sanidad y Consumo y las organizaciones especializadas en este ámbito se quieren transmitir a la población para evitar los efectos adversos de la exposición a los rayos solares son:
Evite la exposición al sol en las horas centrales del día (de 12 a 17 horas)
Evite exposiciones prolongadas o dormirse al sol
Proteja adecuadamente la piel, la cabeza y los ojos con ropa, sombreros o gorros y gafas de sol.
Utilice productos de protección solar adecuados a su edad, tipo de piel y zona del cuerpo en la que se aplican. Estos protectores deberán aplicarse treinta minutos antes de exponerse al sol y renovarse su aplicación cada dos horas y después de cada baño.
Proteja particularmente a los niños, ya que son especialmente susceptibles a sobreexposiciones al sol en esta época del año, cuando disfrutan de vacaciones. Se debe evitar también que los niños menores de 3 años estén expuestos al sol.
Si está tomando medicación, compruebe que ésta no afecta a la sensibilidad a la radiación ultravioleta.
No olvide que el riesgo de quemaduras solares se incrementa con la altura sobre el nivel del mar (cada 300 metros, aumento un 4% el poder de las radiaciones ultravioletas).