Playas sin socorristas. Este fin semana las playas y calas de El Campello se han despertado con los puestos de salvamento totalmente vacíos. La huelga que muchos trabajadores del sector han decidido llevar a cabo, debido a la escasez de medios y a la falta de personal, entre otras cosas, ha recibido un apoyo total por parte de los socorristas, que no han trabajado por la mañana durante el fin de semana en las playas de la localidad, incorporándose todos a las 15.00 horas. Una huelga indefinida que afecta solo a los fines de semana. Esta falta de efectivos y medios ha sido objeto de la apertura de un expediente por parte del Ayuntamiento a la empresa.
Este parón, que comenzó el 24 de junio y ha continuado el 25, ha dejado extensos litorales como el de Muchavista, de 6 kilómetros de extensión, sin ningún personal de salvamento en una semana de finales de junio que mostraba una gran afluencia de bañistas. Así, varios integrantes del cuerpo de socorristas del municipio han salido a manifestarse a orillas de la playa secundados por CC.OO.
Además, no solo había falta de personal, tampoco había rastro de boyas ni de banderas. Sin embargo, pese a la crispación generada, las personas argumentaban que la queja no iba directamente contra los socorristas, sino contra quien dejaba que esto sucediera.
Entre las quejas esgrimidas, estaba la de que no hubiesen dejado, al menos, servicios mínimos. Respecto al tema de los servicios mínimos, un socorrista de El Campello que secundaba esta huelga, y que ha preferido mantenerse en el anonimato, explicaba por qué eso no era posible: «Veo entendible que haya gente que reclame servicios mínimos, pero es que en una plantilla tan reducida como la nuestra, pedir servicios mínimos significa pedir que vengamos todos los que estamos». Debido a la importancia que muestra su labor, muestra empatía con las personas que piden eso: «Entendemos la importancia que tiene nuestro trabajo, por eso hemos decidido convocar una huelga durante un único fin de semana de solo 4 o 5 horas». No obstante, admite sentir inseguridad «por no saber si vamos a cobrar en julio, tenemos el presentimiento de que la empresa se va a declarar insolvente».