El agua del mar en la provincia de Alicante supera ya los 29 grados, hecho que eleva la posibilidad de lluvias torrenciales en la provincia a partir del próximo otoño. Durante estos días la mirada está puesta en los termómetros, pero a partir de octubre podría desviarse hacia las nubes. Por lo pronto, la Conselleria de Justicia e Interior, a través del Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat, ha enviado esta semana a todos los ayuntamientos de la Comunidad Valenciana, así como otros organismos integrados un escrito para comunicarles de inicio de la campaña anual de Prevención de Inundaciones 2023, en el que se recuerda a los consistorios que deben revisar sus procedimientos de actuación frente al riesgo de inundaciones, instándoles a que les remitan sus propios planes antirriadas.
El director de Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante, Jorge Olcina, aseguró que no hay constancia de que se haya batido ningún récord de temperaturas, aunque indicó que es inusual que la temperatura del mar haya superado los 29 grados a estas alturas del verano. El pasado mes de julio el agua del mar superó también la barrera de los 29 grados.
Este jueves se alcanzaron los 29,3 grados, cuando el promedio en agosto es de 26,9 grados. Para Jorge Olcina, “que este el mar tan cálido prolonga los efectos del calor, con noches tropicales en la costa. Al tiempo que es un factor de riesgo ante posibles situaciones de DANA que pudieran generarse a partir de ahora”. Sin embargo, considera que de momento “a corto plazo no se ve riesgo de grandes tormentas. Pero a partir de ahora hay que extremar la vigilancia por lo que pudiera formarse”. Para la provincia se esperan lluvias y tormentas a partir del domingo, lo cual contribuirá a aliviar las elevadas temperaturas, anque Olcina vaticina que será un descenso en los termómetros de entre tres o cuatro grados. Pero a partir del miércoles de la próxima semana volverá el calor, aunque no de una manera tan extrema como la de las últimas semanas.