- Se facilita que las mujeres puedan estar acompañadas en el quirófano y en la Unidad de Reanimación Posanestésica
- Otro objetivo del nuevo procedimiento es favorecer el contacto piel con piel con el bebé
El Hospital Sant Joan d’Alacant ha introducido nuevos criterios de humanización en su último protocolo de atención al parto por cesárea. En este sentido, la Comisión para el Plan de Parto de este centro sanitario ha impulsado un procedimiento de atención a este tipo de partos con el objetivo de que las mujeres puedan estar acompañadas por la persona de su elección tanto en el quirófano como en la Unidad de Reanimación Posanestésica (URPA) y favorecer el contacto piel con piel con el bebé desde el primer momento.
La directora médica del Hospital, Lorena Peiró, que ha destacado “la importancia del paso que hemos dado, que refleja nuestro compromiso con la experiencia y el bienestar de las familias que atendemos”, ha asegurado que desde el centro alicantino “se seguirá trabajando junto a ellas para brindarles la mejor atención”.
Así, en el mes de marzo se procedió a la incorporación de la sala piel con piel en la URPA donde, gracias a la instalación de una mampara separadora y un vinilo decorativo, el bebé permanece en contacto con la madre y su acompañante puede entrar en la sala de reanimación, un lugar en el que han de permanecer alrededor de dos horas tras la operación.
Según la jefa de sección de Obstetricia, Rosa Bermejo, “es muy importante no separar al bebé y la madre en las dos primeras horas tras el nacimiento, ya que se estrecha el vínculo emocional, se estimula la lactancia materia, se mejoran factores inmunológicos en el recién nacido y además se reduce el estrés para ambos”. Respecto a la persona acompañante, también podrá realizar el contacto piel con piel en el caso de que la mujer no pueda o así lo elijan.
Un nuevo avance en este proceso de humanización de las cesáreas que se acaba de incorporar es que la persona que acompaña a la madre, siempre que las circunstancias asistenciales lo permitan, también puede entrar a la sala de quirófano, brindando así su apoyo emocional y aportando tranquilidad a la parturienta.