Que en El Campello se vive bien es algo que poca gente pone en duda y que se confirma con el constante crecimiento poblacional que registra el municipio, que ya sobrepasa los 30.000 habitantes, más de 7.000 de ellos nacidos en el extranjero.
Que, además, se vive mucho, queda constatado con un simple vistazo a la tabla poblacional, que indica que un cuarto de la población tiene más de 60 años, en su mayoría con una salud envidiable.
Y si no que se lo pregunten a Maricarmen Alemañ, la concejala de Tercera Edad, que tiene por costumbre visitar y felicitar personalmente a los y las que cumplen un siglo de vida, que también crecen en número. La mayoría, mujeres.
El último ejemplo lo tenemos en María Cinta Bel Mulet, que el pasado día 10 cumplió 100 años rodeada de parte de sus familiares. En general goza de muy buena salud, y como asegura su hijo Juan Antonio, “tiene la cabeza fenomenal”.
María Cinta nació en el municipio castellonense de Sant Mateu, fronterizo con Tarragona, en 1924. Al cumplir los 19 se mudó a El Campello “por amor”. Aquí le esperaba el que sería su marido, Agustín Peñalver García, originario de Cartagena, al que conoció cuando cumplía el servicio militar.
La pareja tuvo cuatro hijos, que les han dado 8 nietos y, de momento, 7 bisnietos. Él se trasladó desde tierras murcianas a El Campello mucho antes con sus 8 hermanos y su madre, cuando ella enviudó.
Agustín fue contratado como “municipal” (ahora Policía Local) por el entonces alcalde Vicente Boix, y hasta su jubilación se mantuvo fiel al servicio público. “Su trabajo hizo que fuera muy conocido en el pueblo”, relata su hijo. Ella siempre ejerció de ama de casa, excepto alguna temporada que se dedicó a la recogida de tomates, como tantas otras mujeres en el pueblo.
En la celebración de su centenario, a María Cinta no le faltó detalle alguno. Rodeada de parte de su extensa familia, recibió la visita de la concejala Maricarmen Alemañ bien ataviada con la tradicional corona y banda conmemorativa. La representante del Ayuntamiento le regalo unas orquídeas, y le hizo entrega de una carta de felicitación en nombre del pueblo en el que vive más de 80 años, que son los que tiene la hija mayor, con la que vive ahora.
Ella compartió con la concejala los álbumes de fotos que recogen su vida, y nos cedió algunas para ilustrar estas líneas. El Campello suma una nueva centenaria… y los que le seguirán. ¡Muchas felicidades!