Recital poético musical visual para recordar una historia, a un pueblo y a su gente, fusionando retratos del ayer en presencia de autentica esencia en reconocimiento de hoy.El día 21 de julio a las 20:30 horas seguimos en una IX Acción Poética en Salinas con Peregrinos de poesía en camino
Con el motivo de acercar la poesía al pueblo de una forma esencial de la palabra del poeta, en este caso en Salinas, la Concejalía de Cultura y su Ayuntamiento nos abre las puertas y acoge a Peregrinos de poesía en camino fundiéndonos en el peregrinar de la palabra del poeta.
Con Visita Guiada (a las 19:00 horas).
Antes del recital tendremos una ruta de interés turístico y cultural, organizada en conjunción con el Ayuntamiento por la Asociación Rincón Poético Valle del Vinalopó y la Asociación Cultura Lugar Viejo, que como Guía tendremos a Emilio Joaquín Cremades Marco, presidente de dicha asociación. Él nos guiará por los lugares más entrañables del pueblo; en los que hemos escogido por su proximidad al paso del evento, la fachada y arco del antiguo Ayuntamiento, donde seguidamente visitaremos la Iglesia Parroquial de San Antonio Abad, que data del siglo XVIII, ambos edificios están enclavados en la Plaza de España, y dando un paseo llegaremos a los antiguos colegios de Salinas, donde una de las aulas ha sido rehabilitada por Lugar Viejo para el museo de historia del pueblo, un Museo Etnográfico, donde recoge el Patrimonio Histórico y Arqueológico del pueblo, un museo dedicado a la memoria y raíces de Salinas en sus asentamientos varios, desde el Paleolítico inferior pasando por muchos más hasta el recuerdo de nuestros abuelos, y seguiremos la ruta hasta llegar a la Rana, un lugar misterioso donde guardan recuerdos de antaño; en el, estaban los antiguos lavaderos, la valsa que repartía el agua a través de una antigua acequia, que todavía se encuentra en el lugar y se puede ver, una de las acequias que anterior a los lavaderos, aportaba el agua a uno de los tantos asentamientos del antiguo pueblo de Salinas que varias veces fue arramblado por lluvias torrenciales, hasta que se decidió levantar el pueblo donde ahora se encuentra tras haberse asentado en varios puntos altos. Al termino de la visita, nos quedaremos en La Rana, ahora rehabilitado como parque, guardando el recuerdo de aquellos enamorados que todavía pasean por él, para celebrar el recital poético musical de Peregrinos de poesía en camino quedándonos con la pena de no poder ver más.
Salinas, un pueblo que mira al futuro conservando el ayer en hoy; se encuentra en la comarca del alto Vinalopó entre Sax y Monovar donde quedose recuerdo de paso entre la serranía de Cuenca y Andalucía, siendo uno de los pueblos fieles a su estatus; un pueblo que pese a sus escasos medios lucha en conjunción vecinal y Lugar Viejo por mantener una memoria de su historia. Una memoria que guardan sus tierras; en ellas se encuentran siglos enterrados y miles de años, desde el paleolítico inferior asentados en los altos de las sierras de Salinas, hasta el deshielo de hace unos13.000 años; fueron albergando por su caza y resguardo; en ellas albergaron al antaño hasta pasado el neolítico más cercano a sus campos, trabajando los cereales y otras necesidades de supervivencia en comunidad. Tras aquellos que habitaron, llegaron a la península Ibérica los Fenicios, asentándose por sus riquezas en laderas cercanas a la laguna, escondiéndose del sol naciente por sus pastos para el ganado, donde forjaron una forma de vida y costumbres, que a posterior fueron quedándose en las vidas de antaño, pasando por romanos, que también fueron atraídos por las riquezas de la sal; quedose enterrados tesoros en hierro, plata y oro forjados, metales y alfarerías Fenicias y otros de paso; muestra de mercader hubo, pues cerámica africana y otras traídas que no son de asentados. Los fenicios fueron los que más guardaron bajo sus pies, tras el paso de los romanos, con alguna catástrofe ambiental que no contaron, volviendo a repoblar las tierras hasta que marcharon, quedándose alguno de entre los nuevos colonos, compartiendo costumbres. Tiene tesoros guardados Salinas en campos de labranza, ya parte de ellos afloraron y fueron buscados; duermen en Villena catalogados a vera de su dueña; sueña el salinero con tenerlos. Muchos e importantes son los yacimientos que tiene bajo sus tierras, uno de los más, llamado el Puntal, recoge hallazgos íberos y románicos, escavados desde 1952 por José María Soler García, y La Molineta que a igual de yacimientos se mantiene virgen a peligro de expolios. Lugar Viejo se podría decir que fue una de las tantas Salinas que quedaron sepultadas por arrambladas en momentos de lluvias incontroladas, donde también tiene su peculiar historia conteniendo bajo sus tierras y viejas edificaciones objetos que cuentan como vivían en antaño la gente de Salinas; son muchos más lugares los que les cuentan quienes fueron hace mucho tiempo.
Hoy Salinas está donde decidió asentar sus casas y sus costumbres, que trajo albergando a sus hogares al antaño para no olvidarlo; tiene su sierra, su laguna, sus fiestas; a San Antonio Abad, patrón de su Iglesia; sus moros y cristianos en honor a la Virgen del Rosario, recordando batallas de conquista del valenciano; conquista cristiana, que como muchos de los pueblos del valle festejan en su memoria, siendo una de sus fiestas patronales.
Hoy Salinas vive en recuerdo del ayer pero con esfuerzo de hoy, con una gran riqueza cultural, gracias al esfuerzo del Ayuntamiento y de sus vecinos; con sus polígonos industriales dedicados en parte a la piel; a crecido, tiene nuevas calles y una agricultura inmejorable, la vid que destinan a reposo de barricas, regalándoles buenos caldos; la almendra, una de las reinas y el olivo, que va cogiendo comino en el termino y creciendo; pero Salinas no olvida, sigue con el picar de su esparto; con los canutos de sarmiento cocido para hacer persianas para su resguardo; sus bolillos y sus cantos, sus trajes típicos y su encanto; con su gastronomía mediterránea y manchega; su gazpacho salinero, la gachamiga, el arroz de conejo con caracoles y entre otros la hoya gitana, acompañando a sus platos la almendra y la oliva para antes como algo para picar, y el buen vino que han dejado en posado a la vieja barrica de algún año pasado.
Salinas tiene algo más, su gente, la armonía de su vecindad, la unión y el saber estar, como siempre se debe ser, a puertas abiertas para los demás.