Estamos viviendo unos días en los que toda nuestra vida de creyentes está experimentando un cambio radical. Hemos tenido que tomar una dolorosa decisión sobre templos y celebraciones que como Obispo, ha supuesto sufrimiento, pero hemos buscado proteger la salud de nuestros fieles y de todos los ciudadanos, evitando ser focos de contagio y difusión de la pandemia. Es verdad que los templos se han cerrado, pero la Iglesia sigue abierta en la mente, el corazón y las manos de todos los que seguimos a Cristo.
Iremos indicando, poco a poco, propuestas concretas para seguir evangelizando en esta situación extraordinaria que estamos padeciendo. No podemos permitir que ningún virus frene la fuerza evangelizadora de una Iglesia que, incluso recluida en tantos lugares, sigue siendo Iglesia en salida. Hoy presentamos algunas disposiciones que hemos acordado en coordinación con Cáritas Diocesana.
En esta situación nueva, Cáritas ha reorganizado sus servicios teniendo en cuenta, como siempre, el servicio a los más necesitados y tomando las oportunas medidas preventivas, según nos mandan las autoridades competentes.
Por ello se pide:
1. Que los voluntarios de las Caritas Parroquiales extremen las medidas de seguridad y sean prudentes, recomendando seguir ofreciendo orientación y escucha por vía telefónica.
2. Que las Cáritas Parroquiales sigan dando las ayudas que vienen ofreciendo, aumentando la cantidad de las mismas.
3. Que el personal de Cáritas Diocesana siga sirviendo a las parroquias con la orientación, aprobación de ayudas, seguimiento, ánimo, etc., así como redoblar los servicios y turnos para atender a las personas que residen en nuestros centros y viviendas.
4. Por último, se mantiene una comunicación y colaboración directa con las distintas administraciones, siempre disponibles a colaborar con ellas.
Además, respaldando y haciéndome eco de la campaña Cerca de ellos, cerca de ti, de
nuestra Cáritas Diocesana, propongo:
1. Recuerda las personas que están solas
Hay muchas maneras de estar cerca de ellas.
2. Ayuda en las tareas del hogar a tus vecinos, sobre todo a quien más lo necesita.
3. No compres compulsivamente y sin sentido, porque otras personas también necesitan cosas.
4. Aprovecha para estar y cuidar a aquellos que más quieres.
5. Haz un uso responsable de los servicios públicos y valora el esfuerzo de los que están detrás de ellos.
Sigamos comprometidos. Es un tiempo precioso para ser ciudadanos responsables, para ser solidarios, y seguir siendo creyentes esperanzados y misericordiosos. Ánimo. Mi oración y bendición para todos.
Alicante, 18 de marzo de 2020