Los servicios técnicos de Sanidad han pedido auxilio al Juzgado en 15 ocasiones para que dicte autos de entrada a pisos ante la negativa de sus moradores a abrir, limpiar o desinfectarlos.
Los vecinos y los presidentes de las comunidades de propietarios son los principales denunciantes en Alicante de situaciones de insalubridad en el interior de viviendas y locales. En sus quejas, la vecindad pone de manifiesto que sufren y conviven con malos olores, insectos o roedores que pueden afectar a la salud. Los vecinos y sus representantes han propiciado que la Concejalía de Sanidad, dirigida por Julia Llopis, haya iniciado 238 expedientes en lo que va de año por casas y locales insalubres. Desde enero, el Ayuntamiento ha extraído 30 toneladas de desechos de domicilios particulares, en los que se han aplicado medidas sanitarias de choque.
La Concejalía de Sanidad ha debido pedir auxilio judicial para que el magistrado correspondiente autorice a los servicios municipales la entrada a 15 de estas casas en los últimos meses ante la negativa de sus moradores a abrir la puerta o a limpiar y eliminar la acumulación de suciedad o enseres en mal estado.
En otras ocasiones, según los datos de Sanidad, las palomas han colonizado determinadas casas, habitaciones o terrazas anidando y convirtiendo dichas estancias en palomares con reproducción incontrolada y aves muertas. La conversión de estos pisos en palomares entrañan riesgo de infección por los parásitos frecuentes en estas aves -piojillo de las palomas- o los hongos derivados de sus excrementos.
Cientos de visitas de inspección
Desde la Concejalía de Sanidad informan que cada uno de estos 238 expedientes requieren, al menos, tres visitas de inspección. Una primera para verificar las denuncias ciudadanas y la segunda y tercera para hacer seguimiento de la eliminación de estos focos infecciosos y para comprobar si sus responsables responden a las peticiones de los técnicos.
“Si se constata que las condiciones higiénicas y sanitarias son problemáticas y los inquilinos se niegan repetidamente a adoptar soluciones, se pone el hecho en conocimiento de los Juzgados de lo Contencioso Administrativo”, explican desde Sanidad. “La Justicia suele responder afirmativamente. Y con dicho auto de entrada, técnicos de la concejalía, con Policía Local y, en ocasiones, con Bomberos y personal de los Servicios sociales, proceden a acceder y evaluar el problema”.
Tras la puerta se encuentra, en ocasiones, a personas mayores aquejadas de algún trastorno psiquiátrico, lo que les induce a transformar los domicilios en almacenes de los enseres que recogen de la calle. En estos supuestos intervienen los operarios de limpieza de la empresa contratada por el Ayuntamiento para tal fin. Uno o dos contenedores, de los descubiertos de obra, es habitual llenarlos con los residuos extraídos de estas casas. En casos extremos, se ha llegado a retirar una decena de contenedores de un mismo piso, que estaba convertido en foco de ratas y cucarachas. Se evidencia, en ocasiones, que el piso insalubre está ocupado ilegalmente.
Archivados 170 casos
Los técnicos de Sanidad explican que de los 238 expedientes por insalubridad incoados desde enero ya han archivado 170, bien por haber adoptado las medidas sanitarias necesarias o por haber dado trasladado a otras áreas municipales para hacer seguimiento, como Asuntos sociales.
Se han dado casos incluso de personas que han ocupado espacios comunes de sus edificios, como las escaleras, para proseguir almacenando desechos, una vez han llenado su casa. “En uno de los pisos que entramos comprobamos que detrás de los enseres que llegaban hasta los techos había más habitaciones, también colapsadas. En una de ellas, incluso, al ir sacando restos y desechos descubrimos que había una antigua peluquería, con su mobiliario, sus sillones y secadores”, indican desde Sanidad. Las sanciones municipales por viviendas insalubres superan los tres mil euros.
En la imagen, los operarios, con el apoyo de una grúa, vacían en el contenedor restos extraídos de uno de los pisos señalado por los vecinos.