La Guardia Civil, en el marco de la Operación Malarky, ha esclarecido el homicidio de un irlandés desaparecido en Torrevieja (Alicante) el pasado mes de septiembre.
Hay cinco personas detenidas, tres mujeres de nacionalidad inglesa y dos hombres, uno irlandés y otro español, de edades comprendidas entre los 23 y los 48 años, relacionadas con el entrono de la víctima y vinculadas al tráfico de drogas.
El pasado mes de septiembre, la pareja sentimental de un irlandés de 37 años interpuso denuncia por la desaparición de su compañero, que había sido visto por última vez en un local de ocio de Orihuela Costa, junto al compañero de piso de éste y otras tres mujeres.
La madre del desaparecido, residente en Irlanda, y la madre de sus dos hijos menores, a la que llamaba todos los días para interesarse por ellos, tampoco habían tenido noticias de él.
La investigación se centró en el compañero de piso y las otras mujeres que le acompañaron aquella noche. Todos coincidían en que habían estado tomando varias copas juntos, pero las declaraciones dejaron de coincidir cuando cada uno relató el regreso a la casa que el irlandés compartía en Torrevieja.
Las declaraciones poco coincidentes de las últimas personas que lo habían visto con vida, hizo sospechar a los agentes que la desaparición podía no haber sido voluntaria. Además, la pareja del desaparecido informó que el compañero de piso no le dejaba entrar a la casa y que al asomarse por la ventana de la habitación estaba demasiado bien recogida y desprendía un fuerte olor a lejía.
La Guardia Civil también recabó datos de la vida del irlandés, al que personas de su entorno lo calificaban como un tanto peligroso, que su entorno podía estar relacionado con la venta de drogas y que era habitual que tuviera peleas y problemas.
Descubrimiento del cadáver
La toma de manifestación a los testigos, la cooperación policial internacional y la reconstrucción de los hechos previos a la desaparición, llevó a los agentes a la detención de los presuntos autores y al lugar donde había sido enterrado el cadáver. Al parecer, la víctima murió la misma noche de su desaparición, fruto de una brutal agresión de su compañero de piso, que acabó con su vida. Posteriormente, fue trasladado en coche hasta el lugar donde escondieron el cuerpo.
Los agentes se trasladaron hasta el lugar donde sospechaban que habían escondido el cuerpo, una zona extensa de arboleda en el término municipal de Rojales, donde localizaron a la víctima bajo tierra junto a dos botellas de lejía, posiblemente las utilizadas para la limpieza del domicilio donde ocurrieron los hechos.
En la investigación también fueron clave las muestras recogidas tanto en la casa como en el vehículo de uno de los implicados, por el Equipo Central de Inspecciones Oculares de la Guardia Civil en Madrid y el Laboratorio de Criminalística de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Alicante. Estos últimos también ayudaron a desenterrar el cadáver.
Los detenidos están acusados de un delito de homicidio, tenencia ilícita de armas, tráfico de drogas, encubrimiento, falso testimonio y extorsión. La peligrosidad de las compañías que frecuentaba el irlandés se confirmó tras el hallazgo en uno de los registros de un arma corta de calibre 9mm.
Las diligencias se han llevado bajo la autoridad del Juzgado de Instrucción nº 2 de Torrevieja (Alicante) quien ha decretado el ingreso en prisión de cuatro de ellos.