La Procesión de las Mantillas emociona a Aspe pese a la lluvia en la tarde del Domingo de Ramos

Ayer domingo, Aspe vivió una de las citas más emotivas y simbólicas de su Semana Santa con la tradicional Procesión de las Mantillas, que tuvo lugar a las 20:00 horas desde la Basílica de Nuestra Señora del Socorro. A pesar de la amenaza de lluvia, que obligó a modificar el itinerario habitual, la emoción y la devoción llenaron las calles del municipio.

Esta procesión, instaurada en 1961 y recuperada en 1990 tras un paréntesis, ha mantenido desde entonces su celebración ininterrumpida hasta hoy. Se trata de un desfile procesional con un marcado carácter simbólico, que ensalza la figura de la mujer y, en especial, la de la madre, representada por la imagen de la Madre de las Angustias, que encabeza el cortejo.

El paso representa uno de los momentos más sobrecogedores de la Pasión: el sufrimiento de la Virgen María, la muerte de Cristo y, sobre todo, la presencia de la Cruz, símbolo central de la fe cristiana. La imagen, acompañada por mujeres ataviadas con la tradicional mantilla española, desfiló con solemnidad por el recorrido adaptado, que incluyó la Plaza Mayor, la calle Sacramento, el Parque Doctor Calatayud, Pedro Galipienso, la Avenida de la Constitución, el Arco del Ayuntamiento, y de regreso a la Basílica.

Numerosos vecinos y visitantes acompañaron con respeto y recogimiento el paso de la procesión, que ya se ha consolidado como un emotivo prólogo de lo que está por llegar a lo largo de la Semana Santa aspense.