Amorós confirma que el embaucador de Camps no va a dar un céntimo a los alicantinos, ni para el Auditorio de Campoamor ni para nada de utilidad pública mientras Ripoll esté en la Diputación
El portavoz socialista en la Diputación Provincial de Alicante, Antonio Amorós, afirmó que la división del PP en la Comunidad Valenciana está costando dinero e inversiones a los alicantinos, marginados en medio de la pugna de poder entre el presidente de la Diputación de Alicante, José Joaquín Ripoll, y el presidente del Consell, Francisco Camps. El diputado provincial realizó estas manifestaciones después de conocerse que la Diputación Provincial de Alicante recibirá 13 veces menos dinero que la Diputación de Castellón, y eso a pesar de que allí manda una persona imputada por diversos delitos y cuya capacidad para gestionar dinero público está más que en entredicho.
Los datos conocidos confirman que la Diputación Provincial de Alicante percibirá de la Generalitat algo más de 800.000 euros, una cantidad que supone algo superior al euro por habitante. Esta situación no nos sorprende comentó Amorós porque desde 2003 las aportaciones del Consell se han reducido hasta los presupuestos de 2005 en un 34%. Cuando los socialistas denunciamos la división interna del PP no es porque queramos meternos en cuestiones ajenas, sino porque estás afectan a los ciudadanos y ciudadanas, comentó Amorós.
Sin embargo, según Amorós a Camps sólo le interesa quiénes están a su favor y quiénes están en su contra, sin preocuparse de satisfacer las necesidades de los ciudadanos, en especial de los alicantinos, los marginados en la Comunidad Valenciana por culpa de un partido roto, desmembrado, acusado de corrupción en cada esquina y donde cada uno trata de salvar su corralito o lo que queda de él.
Esta manifiesta marginación que queda grabada en la elaboración de los presupuestos y no sólo en los titulares de la prensa y los grandes anuncios, confirma que los alicantinos tendremos que hacer frente por nosotros solos a nuestras necesidades y servicios públicos básicos. El Consell, con tal de castigar a Ripoll y a los zaplanistas, está concienciado en fustigar con sus presupuestos a los alicantinos: para nosotros no habrá hospitales, sólo anuncios; colegios, solo barracones; carreteras, más que anuncios de grandes proyectos; ni dinero para la Diputación Provincial, la institución que se ocupa de los municipios más necesitados, explicó Amorós.
Esto confirma las dudas del PSPV-PSOE a la hora de votar a favor del proyecto de construcción del auditorio de Campoamor. Amorós recordó que Como dijimos durante el Pleno pasado no estamos en contra del proyecto, porque el diseño y la idea es del Partido Socialista. Le dijimos a Ripoll que no nos creíamos que la Generalitat aportara un céntimo y, lamentablemente, creo que vamos a acertar. El embaucador de Camps no va a dar un céntimo a los alicantinos, ni para el Auditorio de Campoamor ni para nada de utilidad pública mientras Ripoll esté en la Diputación.
El PSPV-PSOE consideró que la decisión de Camps de situarse a la sombra de personas imputadas en graves delitos cometidos bajo el paraguas de la administración pública le hace moralmente responsable y cómplice.
Según el grupo socialista en la Diputación Provincial, ni Camps ni Ripoll puede estar capacitados para defender la necesidad de agua de la provincia, la viabilidad de la industria en Alicante o la necesidad de asegurar servicios sociales públicos a la vista de que cada día que pasan están más enfrentados y utilizan las instituciones para hacer daño mutuamente y a los alicantinos.
Creo que llegado a esta situación, y hasta la convocatoria de elecciones donde los ciudadanos puedan desprenderse de este tipo de personas públicas que piensan en términos de poder; la única solución es que uno de los dos se marche en beneficio de los ciudadanos que dicen representar. Podría irse Camps o Ripoll, o los dos, siempre que no lo sustituyan gestores de sobrada competencia como el alcalde de Calpe, de Orihuela o de Torrevieja, concluyó Amorós.