El secretario de Medio Ambiente, Agua y Agricultura del PSPV-PSOE, Francesc Signes, se ha referido hoy a los condicionantes de la Unión Europea para la cofinanciación del trasvase Júcar-Vinalopó, entre los que se encuentra la recuperación de los acuíferos de la Mancha Oriental. En este sentido, Signes invita a Camps a que exija al PP castellano-manchego la misma implicación que los socialistas le demandamos al gobierno de Barreda para acabar con la sobreexplotación de sus acuíferos.
Asimismo, el responsable del PSPV-PSOE subraya que Europa insiste en la petición del Gobierno a la Generalitat para que modernice los regadíos del Júcar. En este sentido, Signes recuerda que el ahorro derivado de esa modernización es la garantía de agua para Alicante, tal y como ha confirmadla Unión Europea y, por ello, considera que Camps debe dejar de jugar con los alicantinos y darles el agua que necesitan. A este respecto, Signes afirma que el Gobierno de Zapatero construye la canalización y Camps impide que pase agua por ella.
De igual forma, el responsable de la política del agua del PSPV-PSOE confirma la importancia de otro de los condicionantes de la UE, en concreto, la mejora de la calidad del agua a través de la depuración de las aguas residuales que se vienen vertiendo al río. A este respecto, Signes manifiesta que el Gobierno pondrá en marcha en enero la depuradora de Alzira, cuya ejecución fue aplazada una y otra vez desde 1992.
En este sentido, Signes asegura que el anterior trazado del trasvase Júcar-Vinalopó no hubiera podido cumplir los requisitos europeos ya que no se respetaba el caudal ecológico del Júcar ni de La Albufera y, por ello, califica de cínica la defensa de La Albufera hecha por González Pons porque, según Signes, el ‘conseller-melón’ quiere condenarla a muerte.
Finalmente, el responsable socialista dice que Camps debe colaborar con el Gobierno de Zapatero para hacer posible el cumplimiento de las condiciones del Júcar-Vinalopó antes del 31 de junio de 2007 y, a este respecto, señala que el PP tiene que dejar de convertir el agua en una arma electoral, y espera que no tengamos que ser los socialistas los que, después de las elecciones, tengamos que impedir que se pierda la financiación del Júcar-Vinalopó porque Camps no haya hecho su trabajo.