Cerca de un centenar de personas se concentraban el pasado sábado a las puertas del vertedero “Les Canyades” demandando su cierre tras trece años de padecimiento y sufrimiento debido a los malos olores que se desprenden desde la planta de residuos y que les imposibilita vivir con dignidad.
Por este motivo, Julio Oca (Cs) primer teniente de alcalde y edil de Medioambiente, junto a sus compañeros del grupo político municipal Ciudadananos El Campello, Mercé Pairó, edil de Bienestar Social y Javier Giner, concejal de Contratacion, no dudaban en asisitir a la concentración para manifestar su apoyo a la vecindad. Hacían lo propio, los portavoces de los grupos políticos EUPV, Pedro Mario Pardo y Eric Quiles, de Podem, siendo estos los tres únicos partidos políticos con representación en el Consistorio campellero que apoyaban y se hacían eco de este “drama vecinal”.
Durante la concentración, que se desarrolló durante aproximadamente dos horas, se lanzaron distintas proclamas conminando al cierre del vertedero y la planta de tratamiento de residuos para finalizar con la lectura de un manifiesto en el que la “La Asociación de Afectados por el Vertedero Les Canyades”, con su presidenta Nieves Rodríguez a la cabeza, expresaba su “suplicio”, durante más de una década, padeciendo episodios insufribles de olores. “Venimos a gritar que el aire que respiramos contiene más de doscientos compuestos, a cual más tóxico, que nos generan un estado permanente de estrés que dejará una huella irreversible en nuestra salud mental”.
Además, los afectados denunciaban la pasividad de las administraciones y la empresa implicadas en la gestión del vertedero, así como la cantidad “indecente” de “millones de euros invertidos en una planta que nació obsoleta y que nunca dio cumplimiento a una solo A.A.I” (Autorización Ambiental Integrada o condicionado ambiental para la explotación de actividades e instalaciones que se otorga con carácter previo a cualquier licencia exigible, de carácter vinculante para todo lo relativo al condicionado ambiental).
Para los afectados, “no hay solución posible, debido a la ubicación de la planta, situada entre dos barrancos que actúan de canalizadores de los vientos y en un terreno que era protegido, con una afección geomorfológica que lo inhablita para la realización de cualquier actividad industrial y con prohibición expresa de depósito de residuos”.
“En el último mes, nuestros vecinos han realizado más de 100 llamadas denunciando esta situación insostenible. En total, miles de denuncias telefónicas que recogen el sufrimiento de nuestra vecindad y que así he denunciado en repetidas ocasiones tanto ante el presidente del Consorcio Mare, José Vicente Férriz como ante Joan Piquer, Director General del Cambio Climático y Calidad Ambiental”, manifestaba el primer teniente de alcalde que, una vez más y como lo ha hecho desde el inicio de esta legislatura, ha caminado en todo momento de la mano de la asociación, teléfono en mano veinticuatro horas y en linea directa con los afectados para atender todas sus demandas.
No en vano, la asociación agradecía y reconocía la presencia de Julio Oca (Cs) en la concentración. “Es la primera vez que un concejal de Medioambiente del Ayuntamiento nos acompaña en nuestras reivindicaciones públicamente. Algo hemos avanzado” , expresaban, y cerraban su manifiesto con un recuerdo “a los que tuvieron que abandonar sus casas y los que ya no están entre nosotros” , invitando a todos los vecinos a gritar por el cierre inmediato del vertedero.