El Campello guarda silencio por las víctimas, llora y se emociona con la audición de “El cant dels ocells” y el “Ave María” de Schubert

 

Silencio atronador, duelo colectivo, lágrimas y mucha emoción contenida. Es lo que se ha vivido hoy durante los 5 minutos de silencio convocados por el Ayuntamiento de El Campello en señal de apoyo y solidaridad con las víctimas de la DANA que ha asolado muchos municipios valencianos y de otros puntos de España, donde ha sembrado a su paso muerte y destrucción.

Cientos de vecinos, funcionarios, agentes del orden y representantes políticos de todos los partidos han secundado la convocatoria. Antes de imponerse el silencio el chelista Zurab ha interpretado la pieza  “El cant dels ocells”, una canción popular que a todos ha llenado de tristeza y congojo. El la recta final ha sonado el “Ave María” de Schunert, más emotivo si cabe.

“Es momento de solidaridad, de apoyo de todo tipo, de movilización general, y también de actos como éste, con en el que queremos transmitir a los damnificados que estamos con ellos en cuerpo y alma, que los sentimos muy cerca”, ha señalado en su intervención Lourdes Llopis, alcaldesa en funciones. “Y que aunque ante tanto dolor, tanta destrucción, desolación y muerte sabemos que no hay consuelo posible, les tendemos nuestras manos, porque el duelo es colectivo”.

Tras un fin de semana en el que se ha registrado un auténtico aluvión de movilización ciudadana, de solidaridad sincera y emocionada, El Campello anuncia que seguirá ayudando “en lo que podamos, y estaremos a la altura, como ha hecho siempre”.

“Y lo haremos todos juntos, de todas las edades, de todas las ideas, de todos los niveles sociales, porque llaman a nuestra puerta con un grito desesperado… Y ahí estaremos”.

“Hay episodios de la vida que nos hacen llorar y pensar, que nos generan angustia y ansiedad, por sus consecuencias… por sus magnitudes”, ha seguido Llopis. “Todos nos sentimos sobrepasados en estos momentos ante cientos… miles de dramas personales, familiares y colectivos que tendremos que asimilar, y eso depende de muchos factores, tanto externos como internos. Son muchas vidas perdidas, muchos los que se han quedado sin nada. Muchos proyectos de vida rotos para siempre”.

Queda mucho trabajo por delante, y mucha solidaridad que mantener viva, porque ahora toca atender las necesidades materiales perentorias de la población afectada.

“Nuestros sentimientos se agolpan: estupor, miedo colectivo, movilización generalizada, rabia… Nos queda mucho por sufrir, mucho por lo que movilizarnos, y mucho que llorar todavía”, ha concluido la alcaldesa en funciones.