El Campello ha hecho hoy historia por partida doble. Presidida por el Rey Felipe VI, la solemne ceremonia de inhumación de Rafael Altamira Crevea y su esposa, Pilar Redondo Tejerina, ha reunido a numerosas autoridades de primer orden de diversos campos. Representantes del mundo de la política a todos los niveles, mandos militares, juristas y académicos e integrantes de entidades culturales, llegados de diversos puntos de España, han compartido espacio con una amplia delegación de la familia Altamira para asistir a la ceremonia.
AUTORIDADES DE TODOS LOS ÁMBITOS
Entre las autoridades presentes estaban el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón; el ministro de Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres; la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Pilar Bernabé; el ex presidente del Consell, Ximo Puig, el presidente de la Diputación Provincial, Toni Pérez; el conseller de Educación, José Antonio Rovira; el subdelegado de Defensa, Juan Navarro; diversos alcaldes de toda la provincia, diputados provinciales, autonómicos y nacionales, senadores y, por supuesto, la Corporación Municipal de El Campello al completo, encabezada por el alcalde Juanjo Berenguer.
No han faltado a la cita una delegación del Consell Valencià de Cultura, con su presidenta en funciones Dolors Pedrós, o los rectores de las universidades de Alicante, Elche y Oviedo. También han asistido el coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil en Alicante, José Hernández; la inspectora jefa de la Policía Nacional, María Luisa Rodríguez; el comandante naval de Alicante, Joaquín Vegara; el presidente de la Audiencia Provincial, Juan Carlos Cerón; y el fiscal jefe provincial, Jorge Rabasa, entre otras muchas personalidades.
Junto a todos ellos, recogiendo un acto histórico, 140 periodistas acreditados de medios informativos locales, provinciales, regionales y nacionales, y no menos de 15 canales de televisión.
Ha sido un acto cargado de emotividad y mensaje, en la que todos los parlamentos se han centrado en poner de relieve el pensamiento, la vida, la carrera y el legado que nos legó el internacionalmente reconocido humanista, historiador, jurista, pedagogo, literato, americanista y pensador que dedicó su vida a reivindicar los derechos humanos y a luchar por la paz entre los pueblos.
Bajo una inmensa carpa levantada en la explanada de acceso al Cementerio Municipal de El Campello, la imagen de Rafael Altamira presidía el escenario, junto con la declaración pública que movió al alcalde de El Campello, Juanjo Berenguer, a gestionar le exhumación y repatriación del matrimonio desde la ciudad de México hasta España: “Cuando se me aparte de la vida oficial, me retiraré al rincón de mis amores más gratos: a Campello”. A un lado, los dos féretros sobre una tarima rodeada de flores y dos coronas de laurel.
La ceremonia se ha hecho coincidir con el día en que nació Altamira (10 de febrero de 1866), lo que imprimía más simbolismo al acto, al que han asistido familiares directos del jurista llegados de diversos puntos de España, encabezados por una de sus nietas, Mariluz Altamira, acompañada de bisnietos, tataranietos y otros familiares residentes en España, mientras que los que permanecen en México la han podido seguir por diversos canales y redes sociales.
El Rey Felipe VI visita el Ayuntamiento de El Campello, firma en el libro de honor, se fotografía con la Corporación y saluda a la población congregada en los alrededores
La jornada de hoy ha sido tan intensa como emotiva e histórica para El Campello. La visita de Su majestad el Rey Felipe VI ha concluido en el Ayuntamiento (convenientemente engalanado), donde ha sido recibido por el alcalde Juanjo Berenguer y concejales y concejalas de diversas fuerzas políticas, con los que se ha realizado una foto de familia, a la que se han sumado otras autoridades, como el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, el ministro de Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres; la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Pilar Bernabé y el presidente de la Diputación Provincial, Toni Pérez. Han posado para la imagen concejales y concejalas del PP, PSPV-PSOE, Vox y Per El Campello.
Todo estaba preparado en la Casa Consistorial para su visita. El Monarca ha saludado a los funcionarios, ha recibido un obsequio del Ayuntamiento (una imagen grabada en metal de su bisabuelo, el Rey Alfonso
XIII, con Rafael Altamira), y ha estampado su firma en el Libro de Honor del municipio, en el que ha reseñado la siguiente dedicatoria: “Un saludo con todo afecto a la Corporación Municipal de El Campello y
a todos los campelleros, en un día que para el municipio, para Alicante, la Comunitat Valencia y España es de gran relevancia. Ha sido un honor realmente emotivo presenciar y acompañar la final inhumación de Don Rafael Altamira Crevea, cuyos restos, junto a los de su esposa Pilar, se encontraban en México desde 1951, cuando falleció en el exilio. Hoy homenajeamos a una gran e ilustre figura intelectual, en un acto de justicia histórica y recuperación de la concordia y reconciliación. Finalmente, Don Rafael y Doña Pilar reposan
donde él siempre quiso, en El Campello.
Gracias y enhorabuena a todos los que han hecho posible y sigamos honrando su memoria y su obra, tan necesaria para todos en España”. Posteriormente, como es costumbre en él, no ha querido abandonar el
municipio sin saludar a las personas congregadas en los alrededores del Ayuntamiento y la contigua Plaza de Saint Christol Lez Ales. Cientos de personas le han dado una efusiva bienvenida al pueblo.
El monarca ha salido al balcón donde se sitúa el despacho del alcalde para saludar, y dando una vez más muestra de la cercanía que caracteriza sus apariciones públicas, ha bajado a pie de calle para saludar personalmente a los congregados.
DISCURSOS CARGADOS DE CONTENIDO
El primero en hacer uso de la palabra ha sido el alcalde de El Campello, Juanjo Berenguer, quien ha señalado que el regreso de Rafael Altamira a El Campello, “a esta tierra que siempre llevó en el corazón… a este pueblo con el que soñaba regresar según un deseo personal expresado públicamente, representa la culminación de un viaje que trasciende el tiempo y reafirma su legado imperecedero”.
El primer edil ha enfatizado que Rafael Altamira “fue un humanista en el sentido más amplio de la palabra: historiador, jurista, pedagogo y pensador comprometido con la justicia y la paz. Su contribución a la historiografía española y al derecho internacional le valió el reconocimiento mundial, y su candidatura al Premio Nobel de la Paz en 1933 y en 1951 es testimonio de su incansable labor en favor del entendimiento entre los pueblos”.
“No podemos olvidar que la vida de Rafael Altamira estuvo marcada por la difícil experiencia del exilio, un destino que compartió con otros intelectuales de su tiempo. Sin embargo, su espíritu nunca se quebrantó. Desde tierras lejanas, continuó promoviendo los valores de justicia y libertad que siempre guiaron su pensamiento y acción. Su legado ha trascendido fronteras y generaciones, y hoy lo acogemos de vuelta a su hogar con el respeto y el cariño que merece”.
El primer edil, como ha destacado en declaraciones públicas realizadas en los últimos días en la prensa de todo el país, ha agradecido el apoyo recibido para conseguir la repatriación de instituciones públicas de todos los niveles. “En justicia debo decir”, ha dicho, “que este logro histórico es algo que el pueblo de El Campello y España deben agradecer a mucha gente, que se ha implicado con el Ayuntamiento que me honro presidir”.
Se ha referido Juanjo Berenguer, concretamente, a las más altas instituciones que decidieron que la empresa merecía la pena, como la embajada de España en México, la Generalitat Valenciana (que hizo suya la causa de inmediato y, ya con Carlos Mazón al frente de ella, ha sufragado los gastos de repatriación) y la Diputación Provincial de Alicante, encargada de todo el operativo y montaje de la ceremonia de hoy.
En ese momento, el alcalde ha destacado la unión de todos los niveles de las administraciones públicas españolas: municipal, provincial, autonómica y nacional, por un mismo objetivo. “Eso nos dio mucha fuerza y nos animó a hacer frente a todos los obstáculos surgidos en este tiempo… incluso en momentos en los que llegas a creer que quizás no íbamos a conseguirlo”.
“Este proceso”, ha continuado Berenguer dirigiéndose directamente al Monarca que seguía su discurso, “lo considero ejemplo de lo que en muchas ocasiones nos pide Su Majestad en sus intervenciones públicas: la unidad nos hace más fuertes, y por tanto merecedores de éxitos en la gestión”.
El alcalde ha citado a la literata rumana Ana Blandiana, galardonada con el Premio Princesa de Asturias 2024: «Si la justicia no hace memoria, la memoria debe hacer justicia».
Y hoy, El Campello ha hecho justicia. “El regreso de Rafael Altamira es, en muchos sentidos, un acto de justicia histórica. Aquí, en este rincón de la costa alicantina, donde el horizonte se funde con el mar y la brisa trae ecos del pasado, Rafael Altamira reposa para siempre entre los suyos en un sencillo monumento funerario. Que su memoria siga iluminando a quienes creemos en el poder del conocimiento, la justicia y la paz”.
“SE CUMPLE SU VOLUNTAD”
La segunda en hacer uso de la palabra ha sido Mariluz Altamira, nieta del jurista, desplazada desde Zamora para encabezar la delegación familiar.
“Es un momento profundamente conmovedor, no solo para mi familia, sino para todos los que valoramos su legado. A través de este acto, se cumple su última voluntad, algo que siempre fue su deseo más íntimo”, ha reseñado.
“Hoy, 74 años después de su fallecimiento, y en el día de su cumpleaños, la patria que un día lo condenó al exilio, le abre los brazos con gran afecto, respeto y dignidad. Es, sin duda, una muestra de justicia histórica, un acto que refleja la reconciliación de un país con uno de sus hijos más ilustres. Estoy segura de que él también se sentiría enormemente orgulloso. Este homenaje refleja el reconocimiento a su figura y a su lucha por la libertad, la cultura y la justicia”.
En nombre de toda la familia también ha hablado Ignacio Ramos Altamira, bisnieto de Rafael e hijo de Pilar Altamira, que dedicó parte de su vida a recatar y poner en valor el legado de su abuelo, y que no ha podido ver cumplido su sueño, pues falleció en El Campello en 2020.
Ignacio Ramos ha reseñado que, “al margen de la alegría de que Rafael Altamira pueda por fin descansar en su tierra amada junto con su esposa, sus padres y sus abuelos, para nosotros es un orgullo que todos los partidos políticos y todas las instituciones sin distinción hayan apoyado este proceso de repatriación iniciado por el Ayuntamiento de El Campello, y que se reconozca el valor humano de una persona que antepuso siempre el interés de todos los españoles a su propia ideología, algo por desgracia poco común en la actualidad”.
“Por ello”, ha continuado, “me gustaría agradecer a Su Majestad el haber aceptado la invitación para honrar a un intelectual, a un liberal de raigambre republicana al que su bisabuelo, don Alfonso XIII, escuchó y apoyó en sus proyectos para la mejora de la cultura y la educación del pueblo español y en la recuperación del vínculo cultural y espiritual con los pueblos hispanoamericanos”.
El bisnieto de Rafael Altamira ha finalizado exponiendo un deseo generalizado: “Ojalá esta explosión de interés desbordante por la figura de Rafael Altamira en toda España sirva para expandir entre la ciudadanía y entre las nuevas generaciones su honestidad intelectual, su compromiso absoluto con la democracia y su hondo patriotismo, en el más noble sentido de la palabra”.
TRANSFORMAR REALIDADES ADVERSAS
El presidente de la Diputación Provincial, Toni Pérez, se ha encargado de poner fin a los parlamentos. “La historia de la humanidad no solo se escribe a través de grandes acontecimientos que han marcado el transcurso de una época, sino, sobre todo, de personas que, con sus obras, palabras y acciones, han logrado transformar realidades adversas”, ha señalado.
Toni Pérez ha enfatizado que Rafael Altamira es “una de esas personas cuya vocación de justicia y tolerancia, cuyo deseo de construir un futuro mejor, sustentado en sólidas bases democráticas y sostenido en la libertad de juicio, abarca su vida entera.
Hablaba el presidente de la Diputación de “una figura que ha contribuido como pocas a ampliar y enriquecer, indiscutiblemente, el patrimonio jurídico, literario y político de nuestro país, pero también de Europa y de América. Nos corresponde ahora, con orgullo patrio y por responsabilidad, proteger, divulgar y perpetuar su legado. Ensancharlo para que alcance a las nuevas generaciones con la intención de que puedan redescubrirlo con ojos ávidos de conocimiento”.
Se refería Toni Pérez, a un ambicioso proyecto anunciado por el alcalde de El Campello, Juanjo Berenguer. El Ayuntamiento considera que la repatriación e inhumación de Rafael Altamira no es un punto y final, sino “el inicio del bautizado como “Año Altamira”, al que se está dando forma agendando actos culturales diversos de reconocimiento y conocimiento de tan importante personaje, para transmitir y poner en valor su compromiso con la educación, con la justicia y con la paz mundial.
Y es que Rafael Altamira fue elegido en 1920 para integrar la Comisión de Juristas encargada por el Consejo de la Sociedad de Naciones para dar forma al proyecto que desembocó en la creación del Tribunal Permanente de Justicia Internacional, más conocido como Tribunal de La Haya, del que formó parte desde 1921 hasta 1940 junto con otros nueve jueces titulares, que pasaron a la historia como “El Comité de los Diez”.
El multitudinario acto de hoy, conducido por la periodista Guillermina Jover, ha incluido la interpretación de varias piezas musicales por parte de un cuarteto de la Orquesta Sinfónica del ADDA y la proyección de un video sobre el ilustre personaje elaborado por el departamento de Imagen de la Diputación Provincial de Alicante. Ha finalizado con los asistentes puestos en pie para escuchar los himnos de la Comunidad Valenciana y España.
Inhumación de Rafael Altamira y Pilar Redondo en la más estricta intimidad
Tras la ceremonia pública celebrada en la explanada de acceso del Cementerio Municipal de El Campello, los familiares de Rafael Altamira y Pilar Redondo y las primeras autoridades asistentes al acto, incluido Felipe VI, han accedido al interior del camposanto, donde se ha procedido a inhumar ambos cuerpos en el
monumento funerario construido por el Ayuntamiento, sito en la primera calle del camposanto, bajo un ciprés de gran porte.
El primer lugar, Su Majestad ha accedido a la capilla del cementerio, donde ha saludado a los integrantes de la familia Altamira, comenzando por la nieta, Mariluz Altamira, acompañada de cerca de una veintena de bisnietos, tataranietos y otros descendientes del jurista de prestigio internacional.
Después, la comitiva se ha desplazado hasta el monumento para proceder a la inhumación del matrimonio, que ha acabado con el cierre de la sepultura con una losa de mármol y la colocación de dos coronas de laurel, a la que se ha sumado un ramo de flores depositado por la familia.
Durante la inhumación, que ha resultado emotiva, un chelo ha hecho sonar la pieza musical “Preludio de la suite para violonchelo nº2 en re menor”, de Johann Sebastian Bach.