El Teatro Castelar de Elda celebra este año un doble aniversario de gran significado: 120 años desde su construcción y 25 años desde su rehabilitación. Este emblemático espacio cultural, promovido inicialmente por la Sociedad Artística-Recreativa La Eldense, sigue siendo un referente de la vida cultural en la ciudad, albergando desde su inauguración grandes eventos teatrales, musicales y cinematográficos. Con motivo de estas celebraciones, La Brújula recorre su fascinante historia, desde su construcción en 1904 hasta su restauración en 1999, destacando su importancia como centro de encuentro para la comunidad eldense.
120 Años de Historia: De la Zarzuela al Cine
El Teatro Castelar comenzó a construirse en 1902, bajo el diseño del arquitecto alicantino Enrique Sánchez Sedeño. Su inauguración tuvo lugar el 11 de septiembre de 1904, con la zarzuela *El Milagro de la Virgen*, obra del compositor Ruperto Chapí, en un acto que marcó el inicio de su larga tradición como espacio cultural. A lo largo de los años, el teatro se convirtió en uno de los principales centros de ocio de la ciudad, recibiendo actuaciones de zarzuela, teatro y música en vivo.
En 1921, el Teatro Castelar experimentó su primera gran reforma, dirigida por el arquitecto valenciano Alfonso García. Esta reforma amplió y reorganizó el espacio, añadiendo palcos, plateas y un anfiteatro, lo que mejoró su distribución, comodidad y elegancia. El teatro, que había sido un lugar destacado para la zarzuela, vio cómo en la década de 1930, con la aparición del cine sonoro, las proyecciones cinematográficas comenzaron a dominar la programación, relegando las representaciones teatrales a un segundo plano.
La Edad de Oro del Cine y el Teatro: Los Años 50 y 60
Durante los años 50, el Teatro Castelar pasó a manos de una sociedad particular, aunque continuó siendo utilizado principalmente para cine. No obstante, también acogió eventos teatrales y conciertos organizados por el Ayuntamiento o la Junta Central de Comparsas. Fue en este periodo cuando el teatro vivió algunas de sus representaciones más memorables, con grandes figuras del arte como Pedrito Rico y Antonio Gades, que dejaban huella en el público local con sus actuaciones.
Declive y Cierre: Los Años 80
Sin embargo, en la década de los 80, la rentabilidad económica del teatro comenzó a decaer. La falta de mantenimiento y la creciente obsolescencia del edificio llevaron a un progresivo deterioro, hasta que en 1990 se detectaron graves deficiencias en la instalación eléctrica del teatro, lo que obligó a su cierre mediante decreto del alcalde. Ese fue el punto de inflexión que impulsó una serie de decisiones para salvar este valioso patrimonio.
Rehabilitación y Renacimiento: 25 Años de Renovación
En 1997, durante el mandato del alcalde Juan Pascual Azorín, se convocó un concurso de ideas para la rehabilitación del teatro. El arquitecto Mariano Cuevas fue el encargado de llevar a cabo el proyecto, que contó con el apoyo económico de la Generalitat Valenciana. La restauración no solo devolvió al Teatro Castelar su antiguo esplendor, sino que lo adaptó a los nuevos tiempos, incorporando tecnología moderna y nuevas instalaciones sin perder su esencia histórica.
El 7 de abril de 1999, tras años de espera y trabajo, el Teatro Castelar reabrió sus puertas, marcando el inicio de una nueva etapa. Desde entonces, ha vuelto a ser el epicentro de la vida cultural de Elda, acogiendo una variada programación de teatro, música, danza y cine.
El Señor Don Juan Tenorio: Una Tradición Inquebrantable
Una de las tradiciones más emblemáticas que se mantiene viva en el Teatro Castelar es la representación anual de la obra “El Señor Don Juan Tenorio o dos tubos un real”, escrita por Emilio Rico Albert. Estrenada en 1919, esta parodia del clásico de Tirso de Molina se representa cada año en el Día de los Santos Inocentes, con un guion adaptado que incluye chistes y bromas sobre la actualidad local y nacional. A lo largo de los años, esta representación se ha consolidado como una de las tradiciones más arraigadas en la ciudad, convirtiéndose en una cita obligada para los eldenses, quienes cada diciembre llenan el teatro para disfrutar de esta divertida parodia.
El Teatro Castelar no solo es un espacio de entretenimiento, sino un testimonio vivo de la evolución cultural de la ciudad. Con su historia, su rehabilitación y su contribución constante al arte y la cultura, sigue demostrando que, a pesar del paso del tiempo, la pasión por la cultura y la tradición en Elda está más viva que nunca.
Este aniversario ha sido una oportunidad para recordar que el Teatro Castelar, más que un edificio, es un símbolo de la identidad cultural de Elda, y su futuro sigue siendo brillante, lleno de nuevas historias por contar.