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Elda

Reportaje sobre la exposición MÍRAME…

Reportaje sobre la exposición MÍRAME...

El traje y los zapatos son las huellas del cuerpo, repiten sus formas y establecen su presencia, evocando actitudes y maneras de estar o de vivir.

Los convencionalismos sociales están presentes más de lo deseable en nuestras vidas y todos queremos conocer los códigos del momento para no quedarnos fuera del tiempo. La industria de la moda se mueve sin cesar planteando nuevas tendencias, actualizando conceptos, reinventando colores, para que la maquinaria no pare.

En los últimos años son muchos los artistas que han trabajado sobre este aspecto teatral del ser humano y han reflexionado sobre el hecho de que nos vestimos para algo más que proteger nuestro pudor o defendernos de las inclemencias del tiempo.

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Unir los nombres de fotografía y museo parece obvio dentro del mundo del Arte, unir fotografía de arte dentro del mundo de la moda y los complementos es sin duda una de las acciones más interesantes para la fotografía y para el mundo de la moda y complementos tan arraigado en nuestro país.

Por todo ello, el Museo del Calzado de Elda y el Museo del Traje. CIPE colaboran de nuevo en una nueva exposición que reúne fotografías de gran formato basadas en la interpretación y reflexión que sobre el tema de la moda (traje + calzado) realizan 15 fotógrafos españoles contemporáneos, algunos de ellos Premios Nacionales de Fotografía.

El trabajo de Chema Madoz es quizás el que tiene más conexiones con el universo del objeto surrealista, sus connotaciones simbólicas y lecturas plurales.

Las obras de José Luis Santalla más que reflejar una realidad dada es un vehículo de imaginación a través de un medio, la fotografía, que ofrece construir lo verosímil pero no exactamente lo verdadero.

Laura Torrado introduce en sus imágenes la atmósfera de lo turbador o de lo inquietante, para iniciar un relato que interrumpe, en su imposible linealidad, la propia imagen.

Las fotografías de Ciuco Gutiérrez se centran en los escaparates de las grandes ciudades, y realizan una exploración sobre el significado difuso entre un dentro y un fuera.

La obra de Rosa Muñoz presenta la colisión entre el espacio personal e íntimo y el escenario natural, conduciendo a un espacio de misterio y de ensoñación, en el que un mundo fantástico se abre dentro de la magia de la naturaleza.

En Ouka Leele se funden algunos presupuestos de la fotografía publicitaria, con recursos propios de la fotografía de creación, al igual que con elementos surrealistas, para permitir el bascular de la fotografía hacia la ficción.

Miguel de los Galanes ligado a una concepción amplia del bodegón clásico, sumerge sus fotografías en una densa atmósfera melancólica: se entrelazan memoria, recuerdos y tiempo pasado con arrepentimiento y pérdida.

Estefanía Grandío logra establecer una composición gráfica a partir de la imagen repetida y combinada.

El trabajo de Isabel Muñoz está siempre muy ligado a la estetización de toda puesta en escena y muy en contacto con los presupuestos de la fotografía de moda, pero llevados hasta un elevado grado de abstracción a través de la atención a los detalles.

Miguel Oriola presenta imágenes que reflejan la soledad del ambiente urbano contemporáneo. Esa misma sensación de soledad y ensimismamiento aparece en las imágenes de Rafael Liaño.

Las obras de Miguel Trillo y de Carlos de Andrés son las que se integran más decisivamente en el plano de lo documental.

El trabajo de Alberto García Alix fluye por el filo de una navaja que separa muy sutilmente, uniéndolos, el universo simbólico de la generación de los años 70 y 80 y el suyo propiamente biográfico.

Daniel Canogar ha incorporado en sus últimos trabajos diversas situaciones de carácter lúdico, invitando a participar en sus proyectos a la gente de la calle, especialmente jóvenes.

Todo ello permite al espectador participar en la diversidad expresiva del lenguaje fotográfico; ironizar intentando neutralizar las tensiones y ansiedades que la moda y el “estar al día” generan; describir las situaciones cargándolas de significado, convirtiendo lo banal en metafórico; e incentivar la reflexión sobre el tema de la moda y los complementos.


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