Básicamente… cambiando su disco duro de toda la vida por un disco SSD.
Uno de los principales cuellos de botella y, por tanto, motivo de la lentitud de los ordenadores, es el disco duro.
En los sistemas donde esto se nota más es en Windows (también en Mac, no se libran) es el disco duro mecánico, el de toda la vida.
En los portátiles, aún se nota más, puesto que estos discos giran a un menor número de revoluciones por minuto que en los ordenadores de sobremesa.
Cuando el sistema operativo (Windows, MacOS, etc…) ha de acceder al disco, digamos que tiene que esperar a que el disco y los cabezales estén en la posición correcta para acceder a la información (bien para leerla, bien para escribirla) y, si bien es un proceso muy rápido… cuando ese tipo de operaciones se multiplican por muchas por segundo… es cuando empezamos a notar que todo empieza a ir más pastoso.
Los discos SSD tienen, salvando las distancias, un funcionamiento similar al de las tarjetas delas cámaras o los pendrive, es decir, no hay piezas mecánicas, no hay discos girando… digamos que se accede a la ifnormación sin tener que esperar a que todas las partes estén en la posición correcta.
¿Qué se consigue con ésto?… muchísima más velocidad y que el disco no se convierta en un cuello de botella.
Evidentemente, con un dsco SSD no vas a conseguir que tu ordenador haga cálculos más rápido ni que las imágenes de los juegos se procesen mejor… pero sí conseguirás, para el trabajo de escritorio del día a día (escribir, agilidad al abrir aplicaciones, abrir archivos, ver películas…) una mayor velocidad que te dará la sensación de que tienes un equipo totalmente nuevo.
Es una estupenda forma de dar vida a un viejo equipo.