Es uno de los servicios más curiosos que ofrece Amazon AWS, la plataforma de computación en la nube (computación elástica en mi humilde opinión).
Lamba es un servicio que permite ejecutar programas en Amazon pero con la ventaja de que no es necesario aprovisionar una máquina virtual para ello.
Es decir, creamos nuestro código (C#, Node, Python y algunos más…) lo dejamos caer en el servicio Lambda y se ejecuta, punto pelota.
Las ventajas de no tener que aprovisionar máquinas son enormes, sobre todo el poder despreocuparnos de tener que estar pendiente de la máquinita en cuestión.
Un posible ejemplo podría ser el siguiente:
Ante la necesidad de levantar una nueva instancia de una EC2, poder disparar una serie de ventos que añadan cierta configuración a esa nueva máquina (descargar un snapshpt de una base de datos, montar al mismo tiempo un EBS, etc…)
Amazon solamente cobra por el tiempo que el código Lambda se esté ejecutando, que suele ser de unos pocos segundos.