Una mujer vuelve de su trabajo, después de estar mucho tiempo en paro, la semana pasada montó un pequeño negocio, regresa contenta a su casa para darles la cena a sus dos hijos de 11 y 14 años. Además, en dos semanas se iba celebrar el juicio que pone fin a la relación entre ella y su marido, la sentencia del divorcio de un hombre violento que acumula varias denuncias de malos tratos y orden de alejamiento hacia ella. Además de dejar a su familia en el desamparo, sin pasar manutención, sin visitar a sus hijos por más de 2 años. Sin llamarles por teléfono para interesarse por ellos.
Pero esa noche del lunes 18 de enero la fatalidad se une a una desgraciada avería en el coche de Loli. No tiene más remedio que salir de su coche que está envuelto en humo, aunque son las 20:15 y es noche cerrada, hay un poco de niebla y la carretera no tiene arcén. Se baja asustada y con tan mala fortuna que un vehículo la atropella y pierde la vida. Nunca más vera a sus niños.
Pero el padre que estuvo ilocalizable durante dos años y medios, vuelve de manera avasalladora. Mientras la hermana de Loli, sus padres y los niños están velando el cuerpo, el marido se empieza a mover, contacta con abogados, pone denuncias con tal de recuperar a sus hijos.
La familia materna está destrozada, el día del entierro, miércoles a las 10:30, todo el pueblo está en la Iglesia. Todos, menos el padre que espera a los niños junto a con la Guardia Civil en la cas de la madre y reclama y exige a sus hijos.
El mismo día en que unos niños que lloraban a su madre junto a sus abuelos y su tía, unos niños que no habían conocido de su padre más que malos tratos hacia su madre y que los abandonó.
Se agarraban a los brazos de su tía, gritando y llorando por ser apartados de esta manera tan cruel de lo que hasta ahora había sido su entorno.
Los niños con lagrimas en los ojos y custodiados por la Guardia Civil se despedían de sus abuelos sin poder abrazarlos. Los abuelos destrozados por el dolor de perder en un mismo día a su hija y a sus nietos.
Los primos, amigos, compañeros de colegio, profesores, vecinos, todos desgarrados por esta tremenda injusticia.
La familia no quiere arrebatar estos niños a su padre. La familia desea que se queden un tiempo con su tía que ha sido durante los años de abandono del padre, la que junto a Loli ha mantenido y criado a estos niños, dándoles la educación el cariño y el amor de una familia.
En 24 horas el pueblo de Salinas, de 1500 habitantes ha recogido mas de 800 firmas para apoyar la petición de la familia de que se escuche a los menores, se les dé voz y no dejen que sufran más. Bastante dolor es perder a su madre como para encima apartarles de esta manera tan brusca y fría de los brazos de su familia.
La familia agradece la comprensión, apoyo y movilización espontánea de todo el pueblo de Salinas así como la ayuda y el apoyo de las instituciones, Ayuntamiento, Conselleria, Juzgado, Trabajadoras Sociales y al pueblo de Salinas en general. También agradecen a los medios de su atención y en el propósito de divulgar el único motivo que nos lleva a lanzar este manifiesto. EL BIEN DE UNOS NIÑOS QUE HAN PERDIDO A SU MADRE Y AHORA PIERDEN A SU FAMILIA.
MANIFESTACION EN PLAZA DE ESPAÑA DE SALINAS EL SÁBADO 23 DE ENERO A LAS 13 HORAS
REMITE AYUNTAMIENTO DE SALINAS