Ubicada al noroeste de la provincia de Alicante, en la comarca del Medio Vinalopó, su historia está ligada a la laguna alrededor de la cual se fueron asentando diferentes civilizaciones dado el interés económico y dominante que proporcionaba la existencia de agua. Al siglo XVIII corresponde la actual ubicación del municipio, tras la inundación sufrida en el núcleo urbano original en 1751. Por la zona pasaron antes fenicios, iberos como demuestra la necrópolis de El Puntal o el asentamiento de La Molineta, romanos, árabes, así como diferentes pueblos que dejaron construcciones medievales de las que aún quedan restos del castillo y de la muralla en el Lugar Viejo.
Salinas es un industrioso municipio de gran desarrollo en los últimos años. Tiene dos elementos geográficos que le dan su encanto para el turismo de interior y rural: la Laguna y la Sierra de Salinas que da nombre al pueblo, ubicada al noroeste del pueblo y se prolonga hasta Murcia.
Salinas también es meritorio por su rica gastronomía contagiada de características manchegas por su cercanía a esta región: los gazpacho y gachamigas.
El pueblo es pequeño y se dedica, fundamentalmente, a la fabricación de calzado, marroquinería y la producción vitivinícola.