La historia de este paraje se remonta a la época romana, perfectamente documentada arqueológicamente por los restos de una villa romana edificada hacia la mitad del siglo I de nuestra era y que, tras un período de apogeo durante los siglos II y III, coincidente con el Alto Imperio, llega hasta mediados del siglo IV, y que se extiende por las parcelas de la finca, donde recientemente se han encontrado los restos de un sarcófago de mármol blanco y parte de una presa de época romana en uno de los barrancos de la zona.
El nombre del paraje viene de las ruinas de una torre medieval situada sobre una colina. Se trata de una torre vigía de época almohade (siglos XII-XIII), de planta cuadrada y obra de mampostería trabada con cal. La torre estaba estratégicamente situada para servir de amparo a los transeúntes de una importante vía de comunicación, conocida como Camino de los Valencianos, cuyo origen se puede identificar con los restos de la Vía Augusta a su paso por Sax.
Esta torre dio nombre a la fuente que nace a los pies de la misma, llamada Fuente del Amparador, y que suministró agua potable a la villa de Sax desde la Edad Media al siglo XX.
Entre los edificios a destacar está la Ermita de San Pancracio, contruida en lo alto de otro cerro a mediados del pasado siglo. Todos los años, el uno de mayo, los sajeños acuden en romería a dicha ermita, para dar testimonio de su devoción.
Pero la auténtica joya de esta zona es la casa de la Torre, recientemente restaurada, y que mandó edificar D. Gaspar Marco y Marco en 1856. La casa señorial, de recreo, tiene dos plantas nobles y una buhardilla, de carácter suntuoso y de selecta ornamentación, y ha reservado parte de las tierras de labor para espacios ajardinados.