En el Alto Vinalopó, uno de los sectores económicos más tradicionales es la producción vinícola. A los pies de la Sierra de Salinas, en Villena, se encuentra Bodegas Francisco Gómez, una finca espectacular dedicada a la elaboración de vinos y aceites de la más alta calidad, incluyendo el famoso y apreciado fondillón.
La finca La Serrata, donde se ubica la bodega, cuenta con 3.500 hectáreas situadas a 620 metros de altitud, entre las sierras del Castellar y El Serruchón. Esta ubicación privilegiada proporciona condiciones óptimas para el cultivo de viñedos y olivos.
Bodegas Francisco Gómez destaca por su compromiso con la agricultura ecológica y biodinámica, produciendo vinos veganos y kosher. Su colección incluye blancos, rosados, tintos jóvenes, crianzas, espumosos y vinos dulces, todos elaborados con métodos respetuosos con el medio ambiente.
El fondillón, una de sus joyas enológicas, es un vino generoso y excepcional que solo elaboran menos de diez bodegas en el mundo. Bodegas Francisco Gómez cuenta con soleras de 1988 y una especial de 1972, ofreciendo este exclusivo vino de gran cuerpo y complejidad aromática.
Además de la producción vinícola, la bodega ofrece experiencias de enoturismo, incluyendo visitas guiadas por sus instalaciones, catas de vinos y aceites de oliva virgen extra, y degustaciones de productos locales. Estas actividades permiten a los visitantes sumergirse en la cultura del vino y conocer de cerca el proceso de elaboración.
Bodegas Francisco Gómez representa la perfecta armonía entre tradición y modernidad, consolidándose como un referente en el enoturismo de la región y mostrando al mundo la riqueza vitivinícola del Vinalopó.