Su afección genera la sequedad de las ramas más bajas en el árbol, que asciende hasta la copa, aunque no provoca la mortandad del ejemplar
La Concejalía de Medio Ambiente ha iniciado el tratamiento contra el hongo soflamado del pino carrasco (Siroccocus Conigenus) detectado en algunas zonas del término municipal con el objetivo de acabar con el brote y de limitar su impacto en otras áreas. Los primeros casos se han detectado en la pinada del Castillo y Las Cruces, y rápidamente se ha comenzado el tratamiento para evitar su propagación, según ha explicado hoy el edil de Medio Ambiente, Francisco Iniesta.
El concejal ha explicado que, “aunque no termina con la vida del árbol, el hongo seca partes del árbol y genera mucha masa forestal seca, lo que multiplica por mucho el riesgo de incendio, puesto a la sequedad del ambiente, la maleza en suelo, más las ramas secas que causa este hongo es más fácil para los episodios de fuego se extienden en tiempo récord”.
Este hongo seca las partes bajas del follaje del árbol y se va extendiendo hacia la copa del mismo, hasta deformar el conjunto del ejemplar y dejarlo en una situación de debilidad, aunque pocas ocasiones genera la muerte del pino.
La empresa encargada del mantenimiento ha realizado un primer tratamiento fungicida para evitar su extensión, además de eliminar aquellos ejemplares más dañados y que podrían generar la propagación del hongo. Una de las medidas recomendadas, al tratarse de un hongo, es hacer una poda selectiva y airear el cuerpo del árbol para reducir la humedad en el interior de su ramaje.
El departamento de Medio Ambiente ya tiene establecido un plan de seguimiento para controlar su propagación y llevar a término su eliminación.