La Plataforma Villena por la Paz muestra preocupación por la situación internacional derivada no solo de los numerosos conflictos bélicos activos, sino también de la manifiesta actitud de prepotencia del nuevo gobierno de Trump.
Ni siquiera el frágil alto el fuego en Gaza ofrece una perspectiva de paz sino que más bien parecen anunciar una nueva etapa de imposición y barbarie al tiempo que se le presenta al Estado de Israel como una oportunidad para seguir con la ocupación de territorios palestinos.
Las primeras decisiones y declaraciones del presidente de Trump han mostrado su pensamiento imperialista y el perfil de persona que es, y que saltándose la legalidad internacional, junto a nuevos ricos, quiere hacer negocio más que responder a las necesidades de la población.
Frente a estos posicionamientos extremistas sorprende la reacción tibia y pasiva de los gobernantes mundiales que permiten que una persona condenada en su país crea que puede abusar también del conjunto de las Naciones. Nadie aceptaría que un dirigente hablara de la necesidad de arrasar o conquistar un determinado territorio y desplazar a su población sin que le cayeran numerosas críticas. Prepotencia a tope queriendo crear un “Resort” a lo “Marina D’Or”. Tratar a las personas como mercancías no es de recibo. Pero lo ha hecho Trump y todo el mundo ha permanecido impasible quizá porque no parecen muchas las cincuenta mil personas asesinadas en Gaza o porque se albergan todavía sueños expansionistas.
En otra área geográfica, en Ucrania, camufla Trump de anhelo pacifista lo que parece ser una imposición imperialista junto a los presidentes de Rusia y República Popular China, rearmando concepciones del siglo XIX de zares y emperadores. Vemos mercantilismo imponiéndose, queriendo comprar tierras en las que puedan explotarse sus recursos a cambio de paz.
Desde la Plataforma Villena por la Paz quisiéramos alertar, incluso a aquellos grupos que creen que el camino neoconservador que traza Trump es el necesario, que recortar leyes y acuerdos internacionales sólo nos acerca a la ley de la selva o de la mafia, dando poder a quienes más fuertes son. Un gobernante que considera prioritario romper los acuerdos sobre el clima, prescindir del Tribunal Penal Internacional y de la Organización Mundial de la Salud está diciendo que no le importa nada ni los derechos humanos, ni el bienestar de la población ni el futuro del planeta.
Todo esto unido a un momento de fragilidad democrática, de abuso de las noticias falsas, de negacionismo de las evidencias científicas y de auge de la xenofobia, lleva a una situación peligrosa para el bienestar de la sociedad y para los derechos básicos de la ciudadanía.
Ante ello creemos que es fundamental fortalecer la reflexión crítica que permita asentar valores democráticos, de justicia social y ambiental, de participación y de respeto a los derechos de todas las personas.
Permitir que el interés económico nos gobierne y que sea el fanatismo, el militarismo y el elitismo lo que oriente las decisiones sólo favorecerá los privilegios, el riesgo de nuevas guerras y que reine la barbarie.
Plataforma Villena por la Paz