El origen del actual Teatro Chapí hay que buscarlo en el año 1885, año en el que se erige un primer teatro-circo con este nombre en Villena. Su creación surge de la idea de unos villenenses que se desplazan a Alicante para asistir al estreno de La Tempestad, zarzuela cuyo autor es su paisano Ruperto Chapí Lorente.
En 1908 su mal estado obliga su derribo. A partir de aquí, surge la idea de la construcción de un nuevo coliseo que, tras varios años de obras, fue inaugurado el 5 de Diciembre de 1925 con las romanzas de La Tempestad. Fiel reflejo de la prolongación de esta construcción será la diversidad de estilos arquitectónicos que el visitante puede percibir. Así las dos fachadas laterales y la zona de la caja del escenario guardan todavía el sabor del primitivo proyecto de José María Manuel Cortina, famoso arquitecto valenciano adscrito al modernismo historicista de vertientes neoárabes. Sin embargo la falta de fondos para levantar el ambicioso proyecto de Cortina hizo que este último abandonara las obras y estas se detuvieran en 1919.
Tras este parón, se decide ceder los espacios laterales y superiores de la zona delantera de la edificación al Casino del Círculo Agrícola Mercantil, lo cual soluciona la falta de recursos indispensables para proseguir y terminar las obras, siendo estas continuadas por los también arquitectos valencianos Garín Hermanos. Estos realizarían entre otros la fachada principal, construida entre 1922 y 1923, la cual guarda relación con el abandono del modernismo arquitectónico y la vuelta al lenguaje clasicista, tratado con cierta desnudez en la escasa decoración puesta de manifiesto en la línea de balaustres y en las pilastras imbuidas en la fachada. Tras la vuelta al dominio público el Ayuntamiento de Villena procedió a su restauración, abriéndose de nuevo al público en abril de 1999.
Accesible para personas de movilidad reducida.