“Esto es de película”, indicaba un profesor al contemplar el inicio y paralización de las obras del tan deseado tercer instituto.
A primera hora de la mañana una máquina realizaba trabajos en los terrenos donde se construirá el Tercer Instituto.
La sorpresa se la llevó el maquinista al llegar a la puerta de la obra, por parte del responsable de la urbanizadora se le impidió el paso a la urbanización. “Falta de permisos o papeles no adecuados”, podrían ser los motivos.
Sedesa, empresa adjudicataria de las obras de este instituto, optó por romper la valla situada en la calle Ambrosio Cotes e introducir las máquinas por este lugar, procediendo acto seguido a realizar trabajos de acondicionamiento en los terrenos. Esto no gustó nada a la empresa urbanizadora que rápidamente se personó en el lugar manteniendo una larga conversación con los responsables de la empresa adjudicataria a los que culmino a firmar un documento haciéndose responsables de lo que pueda ocurrir dentro del recinto por haber roto la valla.