Esta mañana, desayunamos con una noticia que pone los pelos de punta. Miguel, un joven empresario de la ciudad de Villena, es padre de familia. Se dedica a la hostelería, además se le identifica como una persona con buen sentido del humor y amigos de sus amigos.
En la misma puerta del juzgado, nos comentaba algo que quizás se puede ver en las películas o en un sueño. Un Ministerio le comunicó por carta certificada que su hijo falleció en el 2002. Mira, cuando leí esto quedé totalmente sorprendido, cogí el vehículo como pude ya que me temblaban las piernas y me personé en el registro, juzgado y demás organismos para conocer lo que pasaba.
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Lo curioso de esta historia y para más leña, el Ministerio, le reclama una cierta cantidad de dinero que supuestamente estaba cobrando por los puntos que se otorgan al ser una familia numerosa. Como está legislado, el gobierno te ofrece una pequeña cantidad de dinero al tener un hijo en concepto de ayuda, es cierto que yo venía cobrando, pero no me di cuenta hasta que fecha, ya que los pagos y cobros lo tengo unificados en una misma cuenta. Pero bien lo lamentable de este caso es el supuesto fallecimiento de mi pequeño.
Esto, está suponiendo un gran trastorno para la familia, ya que este caso se suma a otros. El padre tuvo que pedir el certificado de fe de vida y además personar a su hijo en el juzgado para que lo vieran en persona. Con cierta impotencia, insiste que es lamentable lo que ocurre con las administraciones. No entiendo nada, mi hijo vive y goza de buena salud., puntualiza. Además, tiene que ocupar mucho tiempo en resucitar a su hijo de ventanilla en ventanilla.